Ensalada de judías verdes con atún, tomate y huevo: una receta fácil y saludable

  • Receta rápida y saludable que puedes preparar en 15 minutos con solo cinco ingredientes básicos.
  • El toque único de la cebolla pochada mejora el sabor y versatilidad del plato, perfecto para servir frío o templado.
  • Personaliza la receta con ingredientes extra como aceitunas, frutos secos o vinagretas creativas.
  • Es un plato versátil que sirve como entrante, acompañamiento o plato principal con múltiples variaciones.

Ensalada de judías verdes con atún, tomate y huevo

La ensalada de judías verdes con atún, tomate y huevo es una opción ideal cuando buscamos una receta fácil, rápida y saludable, perfecta para cualquier época del año. Su versatilidad permite consumirla tanto templada como fría, adaptándose así a tus preferencias o necesidades. Pero lo mejor es que este plato se prepara en apenas 15 minutos y con tan solo cinco ingredientes básicos. ¡Un auténtico salvavidas culinario para los días en los que el tiempo y las ideas escasean!

Un toque único: La cebolla pochada

Uno de los secretos mejor guardados de esta receta es la inclusión de la cebolla pochada, especialmente si decides servir la ensalada templada. Este ingrediente aporta un sabor excepcional y una textura suave que contrasta maravillosamente con el resto de componentes. Cocina la cebolla a fuego medio con una mínima cantidad de aceite de oliva virgen extra, y asegúrate de escurrirla bien antes de añadirla al plato. Al final, puedes utilizar un poco del aceite aromatizado para aliñar tu ensalada, potenciando aún más el sabor.

Ensalada fresca con cebolla pochada

Ingredientes básicos para la ensalada

Para preparar esta ensalada, necesitas los siguientes ingredientes:

  • 300 g de judías verdes, limpias y troceadas
  • 2 huevos cocidos
  • 2 latitas de atún al natural
  • 12 tomates cherry
  • 1 cebolla, picadita
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra

Pasos para preparar la ensalada de judías verdes

  1. En una sartén, pon un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y pocha la cebolla picadita a fuego medio-suave. Remueve de vez en cuando hasta que esté dorada.
  2. Mientras tanto, hierve las judías verdes en una olla con abundante agua con sal. Cuece hasta que estén tiernas, pero aún conservando un ligero toque crujiente.
  3. En un recipiente aparte, cuece los huevos durante 10 minutos. Una vez cocidos, pélalos y córtalos en trocitos o gajos, según prefieras.
  4. Corta los tomates cherry por la mitad para aprovechar su frescura y jugosidad.
  5. Escurre bien la cebolla y colócala como base en una fuente o bol amplio. Sobre ella, añade las judías verdes escurridas y, si lo prefieres, pasadas previamente por agua fría para detener la cocción.
  6. Incorpora el atún desmenuzado, los trozos de huevo cocido y las mitades de tomate. Mezcla todo con cuidado para no romper los ingredientes.
  7. Aliña con aceite de oliva virgen extra (o el aceite reservado con aroma a cebolla), sal y pimienta negra al gusto. Sirve inmediatamente o refrigera si prefieres consumirla fría.

Ingredientes de la ensalada de judías verdes

Añade tu propio toque personal

Esta receta es una base perfecta para personalizar a tu gusto. Aquí tienes algunas ideas:

  • Incluye aceitunas: Las aceitunas negras o verdes pueden dar un contraste de sabor muy interesante.
  • Sustituye el atún: Si prefieres una versión vegetariana, utiliza garbanzos cocidos o tofu marinado.
  • Un toque crujiente: Añade frutos secos como nueces o almendras tostadas para aportar textura.
  • Aliños creativos: Experimenta con una vinagreta de mostaza, miel o limón para cambiar su perfil de sabor.

Si te gusta experimentar en la cocina, esta ensalada es el lienzo perfecto para probar nuevas combinaciones y crear una versión única que se adapte a tus preferencias personales.

Ensalada servida y lista para disfrutar

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Esta ensalada de judías verdes con atún, tomate y huevo no solo es práctica y nutritiva, sino también extremadamente versátil. Admite múltiples adaptaciones según tus gustos o ingredientes disponibles, y es perfecta como plato principal, entrante o guarnición. Además, deja margen para innovar con aderezos o acompañamientos que la conviertan en una preparación aún más especial. Sea cual sea la versión que elijas, lo más importante es disfrutar de su frescura y sabor, sabiendo que estás cuidando de tu salud con cada bocado.


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