El síndrome del colon irritable es un trastorno del sistema digestivo que afecta principalmente al intestino grueso. Se trata de un problema crónico, es decir, de larga duración y en principio, benigno. Los síntomas o características son muy comunes, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea o ambas, son las más frecuentes. Debido a que se trata de un trastorno a largo plazo, se debe tratar de forma constante y preventiva.
Antes de nada, si crees que tus síntomas pueden estar relacionados con el síndrome del colon irritable, es muy importante que acudas a la consulta de tu médico. Será necesario realizar algunas pruebas con las que eliminar otras posibles causas de mayor gravedad. Enseguida te contamos todo lo que debes saber sobre el síndrome del colon irritable y qué puedes hacer para mejorarlo.
Qué es el síndrome del color irritable
Muchas personas padecen el síndrome del colon irritable y cada vez más la padecerán. Se trata de uno de los principales trastornos digestivos que se tratan en las consultas de los especialistas. Sin embargo, no requiere de gran gravedad ni conlleva otros problemas más serios, siempre que realmente se trate de un trastorno de intestino irritable. Por ello antes de nada es fundamental acudir al médico y determinar la causa de tu malestar.
El colon irritable es un trastorno del sistema digestivo, es crónico y se padece generalmente durante mucho tiempo y afecta al intestino grueso. Por eso también se conoce como síndrome del intestino irritable. Las personas que lo padecen sufren importantes cambios en su forma de vida, porque a menudo sufren diarreas, dolor abdominal y otros síntomas que terminar por mermar la calidad de vida.
En muchos casos se pueden controlar los síntomas cambiando la alimentación y los hábitos de vida. Incluso, en los casos más graves es posible tratar la patología con medicación, siempre bajo prescripción médica. En definitiva, el síndrome de colon irritable es molesto, pero con algunos cambios puedes sobrellevarlo y mejorar tu vida notablemente.
Síntomas del intestino irritable
Los síntomas pueden variar bastante, aunque los rasgos más característicos del colon irritable es el dolor abdominal, el estreñimiento, la diarrea, los gases y los cambios en las deposiciones, tanto en la forma como en la frecuencia. En definitiva, el síndrome del colon irritable es un trastorno del aparato digestivo y como tal, afecta a las diferentes partes del mismo.
Las causas que lo desencadenan también pueden ser variadas, aunque generalmente se relaciona con la alimentación, el consumo de algunos fármacos, el estrés e incluso, puede derivar de una gastroenteritis. Los síntomas son leves en la mayoría de los casos, aunque pueden darse otros de mayor gravedad como los siguientes:
- Pérdida de peso significativa y repentina
- Diarrea durante el sueño
- Sangre que se expulsa por el recto
- Problemas para tragar
- Dolor abdominal intenso que no pasa ni después de tratar los gases o después de hacer las deposiciones
Tratamiento del síndrome del colon irritable
En estos casos, es muy importante acudir al médico a la mayor brevedad, ya que puede haber alguna otra causa que resulte más seria y que requiera de tratamiento médico concreto. En cualquier caso, lo normal es que se trate de un trastorno digestivo común y para ello, existen medidas preventivas que puedes comenzar desde ya. Básicamente se trata de seguir una alimentación adecuada, sin productos muy grasientos y eliminando aquellos que puedan producir exceso de gases.
Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra para mejorar la función intestinal, toma mucha agua y realiza ejercicio físico con regularidad. El estrés también puede desencadenar un episodio de colon irritable y empeorar los síntomas. Por lo que es importante controlar la ansiedad y el estrés para evitar los síntomas más severos. Algunos productos también son perjudiciales en este caso, por lo que se recomienda evitar sustancias como el sorbitol o la fructosa. Que es el azúcar que se encuentra de forma natural en la leche, algunas verduras y las frutas. Tómalos con moderación para verificar cómo los digieres. Y ante cualquier duda, consulta con tu médico para más tranquilidad.