Expresiones como “estás loca”, “siempre estás a la defensiva” o “exageras demasiado” son bastante comunes en muchas parejas de hoy en día. Algo que puede parecer normal y habitual, esconde una forma de maltrato que puede tener graves consecuencias a nivel mental de la persona que lo sufre.
Esta manera de manipular sutilmente a la pareja recibe el nombre de luz de gas o gaslighting.
Índice
Luz de gas o una forma de manipular a la pareja
Este fenómeno es más común de lo que la gente pueda creer en un principio y no es más que una manera de maltrato mental por la que se intenta cambiar la realidad de la persona que lo sufre. Lo que se busca es hacer creer a la pareja vive en un mundo imaginario y que todo es fruto de su mente. Todo ello tiene una repercusión negativa tanto a nivel emocional como psicológico.
Controlar a la pareja
Con el fenómeno de la luz de gas el maltratador busca tener controlada a su pareja y que no pueda pensar por sí misma. La manipulación es totalmente verbal, usando una serie de expresiones que ayuden a sembrar dudas sobre los diferentes pensamientos. El control ejercido suele provocar una serie de consecuencias en la persona maltratada:
- Baja autoestima y poca confianza.
- Aislamiento personal.
- Falta de seguridad.
- Ansiedad.
La importancia de recuperar la autoestima
Ante tal manipulación la persona debe ser consciente de que está sometida a un abuso mental por parte de la pareja. La terapia es clave a la hora de tratar dicho problema y que la persona maltratada pueda volver a recuperar la autoestima perdida. Esto no es nada fácil ya que la persona que sufre la conocida como luz de gas está aislada por completo de familiares y amigos y no cuenta con la ayuda de nadie.
Aparte de ello la persona manipulada se encuentra muy hundida a nivel mental y emocional. Es por ello que resulta esencial el acudir a una terapia cognitivo conductual, con el fin de que la persona pueda volver a recuperar las creencias y pensamientos perdidos.
Poner fin a la relación tóxica
Los expertos en el tema aconsejan antes de todo, el terminar con la relación tóxica antes de que las consecuencias sean mayores. Como ya hemos indicado más arriba, no es nada fácil ni sencillo el poner fin a dicha relación, ya que la persona maltratada se encuentra anulada como persona y totalmente aislada a nivel social. No se puede consentir bajo ningún concepto que una mujer quede a expensas de su pareja y no sea capaz de tomar decisiones por sí misma.
En definitiva, la luz de gas es un fenómeno que se da con más asiduidad de lo normal en muchas de las parejas de hoy en día. La manipulación es tal que la persona maltratada piensa que todo es fruto de su imaginación y que tiene la culpa de manera constante. No cabe duda de que se trata de un maltrato psicológico con todas las letras que no se debe permitir en ninguna relación de pareja.
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