No cabe duda que el poder conectar de manera plena con otra persona es algo maravilloso y único. El problema de ello es cuando dicho amor hace que se idealice a la pareja de tal manera que se pueda llegar a distorsionar la propia realidad. La idealización de la pareja llevada al extremo puede llegar a resultar peligroso para la persona y para la relación.
En el siguiente artículo te mostramos por qué no es aconsejable el tener a la pareja en lo más alto y en un pedestal.
Índice
La idealización de la pareja
No es fácil el saber cuando se idealiza en exceso a la pareja. Las sensaciones al estar con el ser amado son agradables y maravillosas, algo que impide ver que como cualquier otra persona tiene sus virtudes y también sus defectos. Hay que saber ver a la persona con sus cosas buenas y sus cosas malas y no tenerlo en un un pedestal ya que esto es algo que no ayuda en absoluto a la relación.
El peligro de idealizar en las relaciones de pareja
En muchas ocasiones el enamoramiento inicial hace que muchas personas idealicen a la pareja hasta límites poco aconsejables. Lo normal es que con el paso del tiempo, se conozca mejor a la persona en sí y no se le tenga en un altar. La idealización suele producirse en personas con un baja confianza y seguridad en sí mismo. El gran peligro de dicha idealización se debe al hecho de que puede haber cierta sumisión dentro de la relación. La parte idealizada maneja y controla todo y la otra parte acepta sin más.
El daño a la persona idealizada
Aunque pueda parecer mentira, la persona idealizada sufre y lo pasa mal. Las expectativas depositadas en su persona son muy altas y el miedo a decepcionar a la pareja es mucho mayor. La presión para hacer feliz a la pareja es bastante importante, algo que como es de suponer no beneficia en nada a la propia relación.
Qué hacer para evitar la idealización de la pareja
Lo primero de todo es sentarse junto a la pareja y hablar de una manera abierta del tema. Es importante dejar que la pareja cometa errores y se equivoque como cualquier otra persona. A partir de ese momento es bueno comenzar a ver a la pareja como alguien de carne y hueso, que puede llegar a cometer errores. También es esencial el empezar a valorarse y a quererse uno mismo y a partir de ahí mostrar el amor a la pareja. En una relación no puede haber uno por encima del otro y establecer un equilibrio entre ambas personas.
En definitiva, idealizar a la pareja es algo que es bastante peligroso para el devenir de cualquier relación. Tener a la persona amada en lo más alto y en un altar supone no ver los errores y las equivocaciones que pueda realizar y someterse por completo a su control. En una relación debe haber una equiparación de las partes que permita que la misma funcione sin problema alguno y logre el bienestar tan ansiado.
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