El método Koselig (pronunciado «koosh-lee») es mas que un método una filosofía que tiene por objetico hacer del hogar un espacio acogedor en el que tanto nosotros como aquellos con quienes decidamos compartirlo nos sintamos cómodos y felices. Suena bien, ¿verdad? ¿Quién no quiere que su hogar resulte mas acogedor?
Koselig es un término noruego habitual. Kos, concretamente, se utiliza para expresar que uno se ha sentido acogido o que se ha disfrutado de una actividad social concreta. No tiene traducción exacta al castellano pero todas podemos entender por donde van los tiros y prever la importancia que tendrán tanto el orden como la decoración en este método, o ¿no?
Es difícil lograr un ambiente cómodo y acogedor sin orden. Y es que en un espacio en el que reina el caos, es complicado sentirse relajada, ¿no estás de acuerdo? Por eso el método Koselig se presenta en numerosos medios como un método para ordenar la casa. Pero, resulta ser mas amplio, mucho mas amplio.
Las claves del método Koselig
Pongámonos en contexto. Noruega sufre inviernos muy largos, muy fríos y muy oscuros. Estas condiciones exigen a los hogares adaptarse para convertirse en espacios cálidos y acogedores para la familia que funcionen además como espacio social y de encuentro.
Así, el método Koselig además de centrarse en el orden, esencial para todo lo demás, pone el foco en la comodidad y la socialización. Y apara llevarlo a la práctica, recurre a algunas claves de organización y decoración que a continuación tratamos de resumirte.
Eliminar el ruido visual
Deshacerse de todo lo que está dañado, no tiene uso o valor emocional es la primera de las claves de este método noruego, muy en consonancia al método de Marie Kondo. Estos objetos generan un ruido visual incompatible con el confort que tiene como objetivo. No se trata de acabar con todo, sino de quedarnos con aquello que realmente tiene un sentido para poder darle un sitio.
Cuidar la iluminación
La luz amplia los espacios, los hace mas acogedores y/o mas íntimos. El fuego de la chimenea o las velas se convierten en un gran aliado de los noruegos para crear ambientes cálidos en esos inviernos tan fríos. Pero a falta de chimenea lámparas auxiliares con bombillas cálidas también servirán.
Dar protagonismo a los textiles
Las mantas ayudan a combatir el frío, pero también hacen que un espacio resulte mas acogedor. ¿A quien no le gusta llegar a casa, sentarse en el sofá y taparse con un manta? Uno se siente automáticamente acogido y reconfortado. Alfombras mullidas, cojines cálidos y otros textiles, contribuyen a reforzar esa sensación, por eso no es de extrañar que en el método Koselig se les de tanto protagonismo.
Acercar la naturaleza al interior
Los escandinavos están muy unidos a la naturaleza, se sienten felices en contacto con esta a pesar del frio. Por eso intentan incorporar a su hogar elementos naturales en tonos neutros que acerquen esta al interior. La madera suele tener un gran peso en la decoración, las ramas como elemento decorativo o las plantas.
Apostar por ropa de casa cómoda
Esta última clave poco o nada tiene que ver con el hogar, pero resulta imprescindible para sentirnos cómodas en este. Quitarnos la ropa de calle y los zapatos al llegar a casa y ponernos una ropa de casa cómoda y cálida, nos ayuda a relajarnos y evita, todo sea dicho, que ensuciemos lo que antes hemos limpiado.
No hay una metodología clara para lograr un objetivo con el método Koselig. Este se enfoca mas en las sensaciones invitándonos a través de unos principios generales a llevar a cabo algunos cambios para sentirnos a gusto en nuestro propio hogar, tanto cuando lo disfrutamos en soledad como cuando lo hacemos con familia y amigos.
Nacido en un país con características muy diferentes al nuestro como la falta de luz y el frío que, evidentemente, lo condicionan, no resulta difícil, sin embargo, interpretarlo y adaptarlo a las necesidades de nuestros hogares. ¿No estáis de acuerdo?