El consumo de carne y su impacto ambiental

Consumo de carne

La huella ecológica de la producción y consumo de carne en los países desarrollados es una de las grandes responsables de la crisis climática actual. No solo acelera el cambio climático, sino también la desforestación, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del agua.

El consumo de carne tiene un gran impacto ambiental ya sea directamente a través del pastoreo, o indirectamente, como es el caso de la desforestación para el cultivo de forrajes o el transporte. Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector a nivel global representan ya el 14,5%. Grandes responsables de estas son la ganadería industrial y las explotaciones intensivas que no han parado de crecer en la última década.

Emisiones de gases de efecto invernadero

Hace dos años hablábamos de las causas y las consecuencias del cambio climático en Bezzia. Comentábamos entonces que la temperatura media mundial había aumentado en 1,1 ºC desde la era preindustrial debido al incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero entre los que destacan el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y los clorofluorocarbonos (CFC).

Cambio del clima
Artículo relacionado:
El cambio climático en los últimos años

Granjas

Las emisiones de estos gases están fuertemente asociadas a la ganadería y suponen, tal como ya adelantábamos, alrededor del 14% de las emisiones globales. Un dato nada desdeñable que señala al sector ganadero como uno de los principales responsables.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertaba al respecto sobre el crecimiento exponencial de las explotaciones intensivas en las últimas décadas. Así no debe extrañarnos que mientras que las emisiones globales en España hayan descendido desde 2018,  las de la ganadería crecieran principalmente debido a las ingentes cantidades de excrementos que se generan en el modelo industrial.

Deforestación

Las emisiones directamente relacionadas con la actividad ganadera hay que añadir otras indirectas relacionadas con la deforestación que tiene como fin el cultivo de forrajes. La demanda creciente de ciertos productos agrícolas convierte los bosques y los pastizales en campos de cultivo.

Campo de soja

Estas prácticas agrícolas intensivas y en general la deforestación propician la erosión del suelo. El suelo se compacta, pierde su estructura y se degrada debido al consiguiente aumento de la salinidad y a la pérdida de nutrientes.

Contaminación del agua

El agua es un bien cada vez mas escaso y la producción ganadera es una de las grandes responsables de su agotamiento físico y biológico. Hoy por hoy la huella hídrica promedio de la producción de carne bovina es de 15.700 l/kg. una cifra que varía dependiendo del sistema de producción y de la composición y el origen del alimento utilizado.

¿Qué es la huella hídrica? Oímos hablar de ella con frecuencia, pero no siempre conocemos qué se esconde tras este concepto. La huella hídrica es el volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios consumidos. Para medir la huella hídrica de un proceso, se utilizan tres componentes principales: el agua azul (volumen total de agua superficial y subterránea consumida), el agua verde (volumen del agua de lluvia almacenada en el suelo) y el agua gris (volumen de agua dulce necesaria para asimilar la carga de contaminantes que resultan del sistema productivo).

Transporte

Otro factor indirecto de la producción y consumo de carne con un gran impacto ambiental es el transporte de mercancías. La guerra de Rusia y Ucrania nos ha alertado, entre otras muchas cosas, sobre la dependencia de muchos países respecto del mercado del cereal.  Son muchos los barcos que traen soja de Brasil o los camiones que transportan trigo desde Rusio a otros países de Europa para, entre otras cosas, engordar a los animales que después consumimos.

Transporte

Los camiones también mueven los piensos a las explotaciones ganaderas y los animales al matadero. Y por supuesto, después, alguien se encarga de que esta carne llegue a a las cadenas de distribución y no solo a las del propio país. ¿Sabías que algunos de los productos finales vuelven a los países donde se cultivaron esos cereales?

El consumo de carne y los modelos de mercado actuales han hecho de esta actividad una actividad insostenible con un gran impacto ambiental. Y está en la mano de todos, darle la vuelta. Marca el cabio.


El contenido del artículo se adhiere a nuestros principios de ética editorial. Para notificar un error pincha aquí.

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.