Al igual que ocurre en otros aspectos de la vida, la pareja pasa por una serie de fases que marcan su ciclo vital. No todo va a ser color de rosa y es normal que con el paso del tiempo, surjan diferentes dificultades y problemas que deben ser solucionados de manera mutua y conjunta.
Cada pareja es un mundo y no todas van a vivir cada de las fases o etapas. En el siguiente artículo te hablamos del ciclo vital por el que suele pasar una pareja.
Creación de la pareja
La primera etapa por la que pasa una determinada pareja es la del enamoramiento y la idealización que se produce de manera mutua. La persona amada se convierte en lo más importante de la vida y ocupa cada uno de los pensamientos. Si esta etapa se desarrolla de manera adecuada, hay un compromiso por las dos partes de establecer una relación que pueda perdurar en el tiempo. Se crea un proyecto en el que se pretende reforzar los lazos afectivos y que el amor prime sobre cualquier otro sentimiento.
Formación de una familia
Si la pareja se consolida, el siguiente paso sería el de formar una unidad familiar. Para ello se busca un hijo que ayude a crear una verdadera familia. La llegada de un niño a la pareja va a suponer un antes y después en todos los aspectos de la vida. El bebé se va a convertir en el centro de la vida de la pareja, lo que puede traer algún que otro problema en la convivencia.
Aunque el bebé demande mucho en todos los aspectos, es importante también el cuidar la relación de pareja. Es aconsejable por tanto, el actuar como un auténtico equipo para que esta etapa en la vida de una pareja, sea una de las más felices y maravillosas de ambas personas.
La convivencia con los adolescentes
La siguiente etapa es la de la convivencia con los hijos adolescentes. Se trata de una fase realmente complicada debido a los continuos cambios por los que pasan los hijos. En esta etapa es muy importante que la pareja permanezca totalmente unida para hacer frente sin titubeos de todos los problemas que suele acarrear la adolescencia.
Emancipación de los hijos
La siguiente fase en el devenir de una pareja es el momento en la que los hijos se independizan y sale de casa. Supone una etapa muy dura para la pareja ya que aparece el síndrome del nido vacío. Sin embargo y a pesar de ello, la pareja vuelve a reencontrarse y a disfrutar de un segundo noviazgo. Ambas personas están libres de responsabilidades con respecto a los hijos y es importante este momento para disfrutar de nuevo de la vida respecto a la persona amada.
En definitiva, tener una pareja supone tener que afrontar una serie de desafíos que aparecen a lo largo de la vida. El trabajar en equipo es clave para que la pareja se fortalezca y pueda ir creciendo con el paso de los años. No es un camino nada fácil que requiere de valores tales como la confianza, la seguridad, el amor o la empatía.