Paredes y muebles blancos, ¿por qué no? A muchas nos gusta que el blanco predomine en la decoración de nuestro hogar pero a menudo tenemos miedo a que un exceso pueda hacer que las diferentes habitaciones resulten frías. Pero el blanco sobre blanco no tiene por qué resultar aburrido ni frío.
Toma nota, en Bezzia te damos hoy las claves para que puedas abusar de forma consciente del color blanco sin temor. Bastará con que juegues con los materiales y las texturas para aportar riqueza al conjunto e incorpores pequeños y estudiados matices de color.
¿Por qué nos gusta tanto el blanco? Es un color que aporta luminosidad a nuestro hogar y que por tanto lo amplia visualmente. Es, por tanto, un color muy apropiado para decorar espacios de pequeñas dimensiones y/o con poca luz natural. Además, es un color limpio y muy versátil que nos permite introducir cualquier otro color en la decoración.
A pesar de sus muchas ventajas suele ser habitual tener miedo a pasarse con este color y eso es lo que hoy tratamos de evitar con los siguientes consejos. Tres, concretamente, con los que conseguirás espacios frescos y agradables y para nada fríos.
Blanco sobre blanco pero con matices
Normalmente cuando nos referimos al blanco, hablamos del blanco puro, pero hay otros muchos matices que pueden aportar riqueza al conjunto. Estamos de acuerdo en que el blanco puro es un color que en exceso puede resultar frío, especialmente si se apuesta por superficies con acabados brillantes.
Pero no es este el único matiz. Existen también blancos cálidos que darán a tu estancia un tono mas amable y acogedor. Y no hay por que escoger entre y uno y otro, puedes combinarlos para obtener lo mejor de ambos y crear pequeños matices de color.
Juegos de texturas
Combinar diferentes materiales, acabados y texturas en una habitación siempre hace de esta un espacio mas interesante. Pero es especialmente importante en una habitación en la que jugamos con el blanco sobre blanco. Incorpora muebles de madera, otros de fibras vegetales pintados y en la ropa de cama superpón prendas de tejidos y texturas diferentes: algodón, lana, pelo…
También puedes crear pequeños matices de color avejentando algunas superficies. Sacar el color de la madera de fondo de un mueble pintado de blanco, como han hecho en el escritorio de la imagen, es una gran herramienta para aportar matices de textura y color. Y aporta calidez a la habitación.
Piezas de color
Combinando diferentes blancos y jugando con las texturas habrás logrado que en la habitación se aprecien diferentes matices. Si además agregas pequeñas piezas de color aquí y allá no tendrás que volver a preocuparte por que la habitación resulte aburrida o fría.
Y no, no hace falta que sean piezas en vivos colores, aunque podrían serlo. ¿Recuerdas cuando el viernes os mostraba los trucos para decorar un dormitorio natural y cálido? La paleta de color de la que hablábamos entonces, que incluía blancos, arenas y tonos tierra, resulta también muy adecuada para el objetivo que hoy nos ocupa. El resultado con estos colores será suave, armónico y relajante.
Puedes incorporar el color a través de los textiles, un recurso siempre sencillo y muy agradecido. Una manta de color, por ejemplo, podría trasformar todo el salón o el dormitorio. Pero también podrías utilizar los útiles de cocina o de escritorio para ello. No tienen por que ser elementos meramente decorativos, pueden ser piezas funcionales y necesarias en tu día a día.
Tampoco estará de mas agregar algunas plantas. Y no solo por ese color verde que tantos matices puede dar a nuestra habitación, sino porque también son un estupendo aliado para mantener limpio el aire en esta. Especialmente determinadas plantas de las que hace tiempo te hablábamos en Bezzia, ¡recuérdalas!
¿Te han resultado útiles nuestros consejos para que el blanco resulte atractivo y no aburrido ni frío? ¡Inspírate en las fotos para implementarlos!