Es necesario que los niños aprendan sobre honestidad desde que son bien pequeños. El ejemplo es el más grande maestro para los hijos, por lo que si quieres que tus hijos sean personas honestas, primero deberás serlo tú y demostrarlo en tus acciones cada día. Hay unos pequeños ojos que te miran diariamente y que aprenden de lo que tú haces y dices. Así que, primero trabaja la honestidad en ti.
Como padre o madre, es probable que quieras asegurarte de que tu hijo/a siempre te dice la verdad. Para ello deberá aprender a diferenciar entre la realidad y la fantasía en cuanto tenga tres o cuatro años, que es la edad estupenda para empezar a trabajar la honestidad en los niños pequeños. Es necesario que entiendan qué es la mentira.
Todos tenemos la tendencia a pensar acerca de la mentira en términos negativos, pero también puede ser visto como un hito importante que indica cosas buenas. Esto se debe a que la mentira depende de las habilidades cognitivas y sociales y a menudo es uno de los primeros indicios de que la empatía se ha empezado a desarrollar realmente.
Es un reto para los padres en encontrar el equilibrio entre la verdad y la creatividad de los niños cuando cuentan las cosas. Muchos padres temen de que su pequeño ángel se convierte en un mentiroso patológico. La mejor manera de hacer esto y enseñar a los niños a valorar la honestidad es guiándolo hacia un nivel de veracidad que sea apropiado para su edad.
Índice
Cómo potenciar la honestidad
Recompensar la verdad
Esto es lo más importante que puedes hacer para criar a un niño que debe aprender a valorar la verdad. Es importante que se alabe la honestidad siempre e incluir a los niños en su recompensa (no material) por decir la verdad. Se le podría decir cosas como: ‘Estoy muy feliz por tu honestidad, decir la verdad se merece una recompensa, ¿elegimos una?’.
No gritar ni acusar ante una mentira
Si te enfadas o te descontrolas emocionalmente cada vez que tu hijo/a miente solo hará que tu hijo piense que decir la verdad puede ser hasta peligroso para él y por eso, la mentira le parecerá la opción más segura. Si quieres que realmente tu hijo confiese y sea sincero/a, podrías decirle cosas como: ‘Me pregunto de quién serán esas huellas en la tarta, ¿quién me puede ayudar a resolver este misterio?’
A través de preguntas
No asumas que sabes lo que pasó, incluso si le has pillado ‘con las manos en la masa’, dale la oportunidad a tu hijo a que te diga la verdad, aunque sea ‘su verdad’. Mantén la calma y hazle todas las preguntas necesarias, pero siempre, acepta sus respuestas.
Genera confianza
Con una buena comunicación y confianza todo puede ir bien. Tu hijo necesita saber que confías en él y que él puede confiar en ti. Por eso, sé siempre una persona honesta. Si vas a llegar tarde, díselo, si tienes que disculparte porque has roto una promesa, hazlo.
Permítele ser parte de la solución
No hagas que tu hijo sienta que es parte del problema, necesita sentir que él es parte de la solución. Si por ejemplo hay otras personas que están implicados en la mentira, recuerda que también deberás incluirlos. Se le podría decir cosas como: ‘Vale, ahora que sabemos lo que ha pasado, ¿qué consecuencias piensas que deben haber al respecto? Todos los implicados deberán expresar su opinión y entre todos negociar una consecuencia para que todos los implicados asuman su parte de responsabilidad.
A partir de ahora, podrás criar a un niño mucho más honesto.