Son nuestra familia, aunque en ocasiones vemos que muchas personas no opinan lo mismo cuando las abandonan. Pero por regla general, el vínculo afectivo que nos une a ellas es bastante fuerte. De ahí que dormir con una mascota sea algo casi imprescindible para muchas personas.
Queremos compartir todos los momentos con las mascotas pero, ¿también es bueno compartir nuestra cama?. Se dice que más el 30% de los gatos duerme en la cama con sus dueños y aunque el porcentaje de los perros es un tanto menor, también cuenta con cifras a tener en cuenta. ¡Descubre las ventajas y los inconvenientes!.
Ventajas de dormir con una mascota
Cuando hablamos de dormir con una mascota nos referimos a gatos y perros. Porque cuando son animales más pequeños tipo tortugas o hámsters, dudo que alguien los meta en su cama. Aunque si es así, bienvenido sea.
- Por regla general, dormir con una mascota nos ayuda a descansar mucho más. Porque se produce una sensación de tranquilidad y seguridad a su lado. Algo que hace que nuestro cerebro pueda desconectar de una manera más rápida.
- Eliminaremos el estrés de forma más rápida. No es algo nuevo, ya que el tener una mascota y pasar tiempo con ella, siempre es una buena terapia. Nos relaja y por ello, el dormir con ellas, hace que nos sintamos mejor y sin tensiones.
- Para los días de frío son una excelente fuente de calor. Como bien sabemos, tienen una temperatura corporal ligeramente más alta que la nuestra y eso, cuando el frío aprieta, se nota.
- Es otra de las maneras de pasar tiempo con ellos, mientras la relación se afianza un poco más. Parece que la seguridad también va unida a la conexión que existe entre ellos y nosotros.
Inconvenientes de dormir con nuestras mascotas
Siempre que hay una serie de ventajas, no nos podemos escapar de las desventajas. Ellas también están ahí, aunque muchos hacemos la vista gorda. Aún así, no está de más el conocerlas:
- Aunque estén perfectamente limpios y cuidados es cierto que en ocasiones se nos puede ir de las manos. Porque las bacterias pueden estar ahí y dejarlas en la cama, sin poder evitarlo. No es algo perjudicial si tu sistema inmunitario está saludable, pero si cuentas con diferentes enfermedades, siempre puedes ser más vulnerable. Esto no indica que vaya a ser algo grave ni mucho menos, ni tampoco que suceda siempre, pero no está de más el saberlo.
- Los ronquidos y los sonidos más extraños seguro que están presentes durante la noche. Sí, nuestras mascotas también roncan y hasta que no las escuchamos, no lo creemos. Por eso, para una persona que tenga el sueño muy ligero, puede llegar a incomodar hasta que uno se acostumbra.
- Para las personas que tienen alergias puede ser contraproducente. Más que nada porque los animales sueltan bastante pelo. Ese pelo suele quedar entre las sábanas y hará que nuestros problemas se acentúen. Aunque siempre tenemos la solución de cepillar su pelaje con bastante frecuencia y cambiar las sábanas de manera más continua. ¡Todo lo que sea por nuestros peluditos!.
- Las horas de sueño tampoco son iguales para nosotros que para ellos. A mitad de la noche, tienden a levantarse lo que hace que alteren nuestro sueño. Pero luego, cuando ya nos toca levantarnos a nosotros, ellos nos mirarán de reojo y en muchos casos, seguirán durmiendo. Así que, esto puede afectar a nuestro descanso si de madrugada tenemos nos despiertan porque quieren salir o jugar, simplemente.
Recuerda que siempre van a reclamar su espacio en la cama, por lo que puede que el tuyo sea ligeramente menor. Aunque a la gran mayoría este detalle no les importa demasiado. Si quieres pasar más tiempo y aprovecharlo al máximo, seguro que dormirás con tu mascota sin importante los contras.