En muchos países quitarse los zapatos antes de entrar en casa es una cuestión tanto cultural, como práctica. Sin embargo en nuestro país esta costumbre sigue siendo una rareza. ¿No crees que es algo que deberíamos replantearnos? Las razones para ello son muchas.
Evitar la suciedad y la contaminación del hogar con toxinas y bacterias de la calle, así como mantener el suelo seco para evitar accidentes son dos razones de peso para descalzarnos al entrar a casa y dejar los zapatos en la entrada, ¿pero dónde?
Uno llega a casa con ganas de quitarse los zapatos. El cuerpo es sabio y sabe que andar descalzos nos proporciona numerosos beneficios. Es muy saludable para nuestra espalda, corrige el desequilibrio de los movimientos, ayuda a fortalecer los músculos, los huesos de los pies y los tobillos.
Mas allá de que resulte o no saludable, tener en la entrada un espacio para descalzarse y dejar los zapatos debería ser una necesidad práctica. Especialmente en las zonas en las que llueve mucho o en las que la nieve es algo habitual en invierno. Entrar en casa con unas botas llenas de agua, barro o nieve no parece muy prudente, ¿verdad?
Os hemos animado en varias ocasiones a colocar en vuestro recibidor un espacio en el que dejar los zapatos y el bolso pero hoy vamos mas alla. Hoy os ofrecemos ideas para que vuestras zapatos y botas de invierno no se conviertan en un problema.
¿Dónde dejar las botas mojadas?
Llegas a casa tras una tarde en el parque o tras estar trabajando en el jardín con las botas mojadas y/o llenas de barro. ¿Te suena la situación? Lo habitual es dejarlas en la cocina para limpiarlas e ir a hurtadillas hasta el dormitorio para coger las zapatillas. Un paseo que podríamos evitar colocando un zapatero en la entrada y/o una solución sencilla como las que hoy te proponemos:
- Una bandeja de cocina. ¿Llega el invierno y necesitas un lugar en el que dejar las botas cuándo entras a casa? Puedes acoplar en el espacio dedicado a guardar tus zapatos una bandeja de cocina. El reborde de estas será suficiente para que el agua no se filtre en el suelo. Si incorporas al diseño una rejilla además que haga que las suelas no estén en contacto directo con el agua tus botas se secarán con mayor facilidad.
- Una bandeja de mayor fondo con piedras blancas de jardín o corchos puede ser el sitio ideal para dejar los zapatos cuando entras en casa, especialmente cuando estos están mojados. Pocas cosas resultan mas sencillas que esta.
- Los ganchos de madera para botas resultan muy útiles en los lugares con climas muy húmedos. Cuando las botas se mojan tanto por fuera como por dentro, colocarlas boca abajo es la mejor forma de que se sequen. En Reino Unido utilizan mucho este tipo de solución tanto de suelo como de pared y de lluvia saben un rato.
- Será necesario combinar la solución anterior con alguna de las anteriores o bien con un felpudo que absorba el agua que pueda caer al suelo. Ten en cuenta que tendrás que lavarlo con frecuencia y secarlo bien para evitar que se forme moho. De otra forma estarás acrecentando el problema y no solucionándolo.
Aunque pueda parecer una tontería la nieve que se derrite de nuestras botas o el agua pueden causar estragos en nuestros suelos. Mas allá de la humedad y la suciedad que facilitan que se acumule especialmente en las alfombras, convierten los sueños en una pista de patinaje. Y ¿quién quiere eso? Especialmente cuando resulta tan sencillo evitarlo.
Fabricar una de las soluciones que hoy os hemos proporcionado está en manos de cualquiera. Y no resulta difícil buscarles un hueco; basta con que pueda acoger un par de zapatos por cada miembro de la familia. Ten en cuenta que la colocarás en la entrada, así que procura, eso si, que sea algo coqueto y que no desentone demasiado con el resto de la decoración.