Hoy día 8 de marzo se celebra el día de la mujer. Hay quien opina que el verdadero triunfo llegará el día en que no debamos celebrar esta fecha en el calendario, porque entonces, ya habremos alcanzado esa igualdad en oportunidades en esta sociedad, que aún nos estigmatiza en muchos aspectos: salarios, ascensos e incluso el propio lenguaje, satinado por cierto machismo muy integrado en todo tipo de escenarios.
No obstante, nos gusta que se celebre este día, y más allá de ese ramo de flores que nos puedan regalar nuestras parejas, nos sirve ante todo para concienciar al mundo de nuestra presencia, nuestra voz y nuestra figura que trasciende más allá del ámbito privado del hogar y la crianza de los hijos. Somos más que todo esto. En «Bezzia» te invitamos a reflexionar sobre ello.
Día de la mujer trabajadora, algo más que una fecha
Estamos seguros de que hoy ya habrás enviado una felicitación a tu madre, hermanas y tus amigas. Es una fecha ideal para recordar cuántas mujeres valientes hay en nuestra vida: la que nos trajo al mundo, las que nos dieron apoyo en esas primeras decepciones afectivas, las que nos defendieron cuando nadie lo hizo, las que luchan para sacar adelante a sus hijos, las que han traído más felicidad a los suyos, y en esencia, las que honran la letra «a» en todos esos sustantivos y adjetivos que tejen nuestra lengua.
Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas».
Mary Wollstonecraft, filósofa y escritora inglesa del siglo XVIII.
Un origen esperanzador pero triste
El avance de la lucha por nuestros derechos como mujeres ha vivido un largo y complejo avance. Fue en el 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, cuandos se defendió nuestro derecho al voto. Fue aquí cuando se estableció que desde entonces el 8 de marzo sería el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
- A partir de entonces, aumentaron las proclamas, manifestaciones y mítines para defender nuestro derecho a ocupar cargos públicos, al derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. No obstante, el 25 de marzo del 1911 ocurriría algo que sensibilizaría a todo el mundo.
- La fábrica de camisas «Triangle Shirtwaist» explotó debido a las malas condiciones de trabajo, y en el desastre, fallecieron 146 mujeres. A raíz de esta desgracia, se cambió la legislación laboral de los Estados Unidos para mejorar nuestros derechos. Un triste motivante que inició el motor del cambio.
«La mujer será realmente igual al hombre el día en que se designe a una mujer incompetente para un puesto importante».
François Giraud, político americano del siglo XIX
Todo lo que nos queda por conseguir
Podríamos decir que es imposible celebrar el día de la mujer mientras siga existiendo una sola en el mundo que no se sienta libre y capaz de alcanzar todos los sueños que tenga en mente.
Una sociedad orientada a la figura masculina
Tanto en los países modernos y más aún en el tercer mundo, el papel de la mujer sigue en un discreto segundo plano en muchos ámbitos. A nivel laboral la falta de oportunidades y la brecha salarial sigue siendo una cuenta pendiente en la que se va avanzando en cuentagotas.
En la actualidad, son muchos los países en que la mujer sigue siendo objeto de humillación y violencia. Son vendidas, mutiladas y humilladas. Recientemente, y solo a modo de ejemplo, tenemos el caso de las dos jóvenes argentinas asesinadas en Ecuador, un hecho terrible al que se suele acompañar el siguiente titular: dos mujeres que no debían viajar solas.
Las mujeres tenemos derecho a viajar solas, podemos ir y venir donde deseemos. Quienes no tienen derecho alguno son las personas que se ven con la virtud de hacer daño y ejercer la violencia sobre nosotras solo mujeres. La mentalidad en muchos escenarios de este siglo XXI es aún muy cerrada y nos demuestra que aún tenemos mucho que conseguir, mucho por lo que luchar.
No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente».
Virginia Woolf, feminista y escritoria nacida en 1882.
Yo quiero, yo puedo
- Si nos conformamos con el papel que otros dictan para nosotros: es mejor que te quedes en casa con los niños, elije antes media jornada, deja que tu pareja decida, o ese puesto de trabajo solo lo consiguen los hombres… Lo que conseguiremos es cronificar nuestra posición.
- Si sueñas con algo, no dejes que te detengan los muros de la sociedad o incluso los de tu propia familia, puesto que en ocasiones el estilo educativo es el que pone las cadenas en nuestros pies.
Ya existen bastante límites en nuestra sociedad como para que los tengamos en nuestra mente. El día de la mujer trabajadora debe servirnos por encima de todo para seguir luchando por nuestros derechos. Por ser madres si lo deseamos, por no serlo si así lo elegimos, por ser ejecutivas o creadoras, por ascender en puestos de administración o por trabajar en casa cuidando de los nuestros si así lo queremos también.
Nosotras elegimos, nosotras creamos, nosotras construimos del mismo modo que lo hacen los hombres. Solo falta que la sociedad lo comprenda y lo facilite en todos los lugares de este mundo, aún sin una conciencia auténtica sobre nuestra figura.