Pensar en hacer dieta es quizá la primera traba que te puedes encontrar cuando quieres bajar de peso. Hay algo intrínseco en ese término que hace que en el cerebro se desencadenen ciertos mecanismos que te hacen sentir deseos de comer cosas que generalmente no comes, como dulces o chocolates. En definitiva, pensar en hacer dieta hace que repentinamente tengas más hambre y más voraz que nunca.
Por ello los especialistas insisten tanto en la importancia de pensar en la dieta como un cambio de hábitos, aprender a alimentarse correctamente para perder peso y lo que es más importante, eliminar el concepto de hacer dieta de la mente. En esto consiste la alimentación intuitiva, una forma de conectar cuerpo y mente con la que aprenderás a entender las señales de hambre en el momento correcto.
Qué es la alimentación intuitiva
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¿Qué es lo que pasa en el cerebro cuando decides que quieres hacer dieta? Casi instantáneamente empiezas a sentir hambre, porque tú misma te impones una dieta restrictiva, con la que vas a sufrir y con la que no podrás comer esas cosas que te gustan. Es decir, para casi todos, hacer dieta implica pasar hambre y por ello cuando tomas esa determinación instintivamente te preparas para dejar de comer determinadas cosas.
El problema es que para la mayoría, ese sentimiento de pasar hambre al hacer dieta empieza prácticamente en el mismo momento de tomar la decisión. Lo que se traduce en un fracaso más que anunciado. Por ello, si buscas una forma de perder peso de forma definitiva, sin pasar hambre y sin el agobio de tener que hacer dieta, la alimentación intuitiva es para ti.
Esta filosofía consiste en aprender a escuchar las necesidades reales del cuerpo y comer de forma consciente para satisfacerlas de forma correcta. Es decir, tu cuerpo te lanza señales constantemente, cuando necesita energía te pide carbohidratos, así como te pide hierro y otros nutrientes. En ese mensaje tu cuerpo te pide algo con claridad, lo que debes aprender es a identificarlo y no caer en la trampa de los productos no saludables. La alimentación intuitiva se basa en estos pilares que te ayudarán a comprender mejor en qué consiste esta filosofía.
- Elimina de tu cabeza la idea de estar a dieta
- Escucha a tu cuerpo y las señales que te indican que tienes hambre
- Cambia la mala relación con la comida
- Aprende a detectar la saciedad
- Quiere, cuida y respeta tu cuerpo
- Sé amable contigo misma y con tus emociones
- Nutre tu cuerpo para cuidar tu salud
- Deja de boicotear tu alimentación, no cuentes las calorías
Cómo aplicar estas claves en la vida diaria
La alimentación intuitiva se basa en el principio de que el cuerpo es capaz de decirte qué es lo que necesita. Tan solo tienes que aprender a escucharlo e identificar correctamente las señales y lo que es más importante, elegir siempre la opción más saludable. Si sientes hambre, no dejes pasar el tiempo intentando engañar esa sensación. No trabajes en contra de tus necesidades, aprende a elegir lo mejor para tu cuerpo como tu casa, tu templo que es.
También es muy importante aprender a disfrutar de la comida, sin sentirse culpable cuando tomas algo que tú misma te prohíbes. De ahí que en la alimentación intuitiva no existan las restricciones, porque si no puedes comer lo que de verdad te gusta, no podrás disfrutar de las cosas que todavía no conoces. Por último, respeta tu cuerpo, elimina cualquier comentario dañino sobre él y aprende a quererlo como es, porque tu cuerpo te permite vivir, tus piernas caminar, tus brazos abrazar a otras personas.
Todo lo bueno que te da tu cuerpo es lo que se merece recibir y como mejor lo puedes cuidar es queriéndolo, escuchándolo y nutriéndolo correctamente. Los alimentos son esenciales para la vida, aprende a disfrutar de la comida natural, la de la tierra, de sus sabores, formas y texturas. Prueba nuevos alimentos y observa cómo los asimila tu cuerpo. Escúchalo, quiérelo y come de forma intuitiva, así, nunca más tendrás que hacer dieta.