Son varios los métodos de depilación que ya conocemos. Seguro que los has usado todos, hasta descubrir el que mejor te iba para ti y para tu piel. Pues bien, hoy nos quedamos con uno, que es habitual pero que en este caso está hecho con ingredientes caseros. Eso sí, es de lo más eficiente.
Se trata de la pasta de azúcar. ¿Has escuchado hablar de ella?. Seguro que te suena, pero si no la has probado, te animamos a que lo hagas. Este tipo de depilación es mucho más natural y cuenta con una eficiencia tan alta como puede tener la cera clásica. Te contamos todo sobre la pasta de azúcar o también llamada sugaring.
¿Qué necesitamos para crear nuestra pasta de azúcar?
Para hacer nuestra propia cera casera o pasta de azúcar, necesitamos de ingredientes que todos tenemos por casa. Por un lado, una taza de azúcar, tres cucharadas de agua y el zumo de un limón. Lo echamos todo en una olla y llevamos al fuego. Ahora es el momento de que si todo no está cubierto por el líquido, tendrás que añadir un poco más de agua. Hay que recordar que puedes hacer más cantidad, siempre dependiendo de la zona a depilar. Además, si te sobra, la podrás guardar en un recipiente hermético y calentarla cuando tengas que depilarte de nuevo.
¿Cómo preparamos la pasta de azúcar?
Ya tenemos todos los ingredientes y en el fuego, pues ahora tan solo tenemos que ir removiendo bien, con una cuchara de madera. Intenta que no se pegue al fondo de la olla. Poco a poco verás como el azúcar se va deshaciendo. Lo más importante en esta receta es que necesitamos medir la temperatura de la olla. Sí, necesitamos un termómetro para ello. Tenemos que esperar a que la mezcla alcance poco más de los 115 grados. De esta manera, se irá transformando en un color dorado claro. Iremos bajando el fuego hasta que consigamos una pasta espesa pero que se pueda manejar. No lo dejes mucho más tiempo si ya cuenta con el color dorado porque se te puede quemar. Retira del fuego y deja que se enfríe un poco.
¿Cómo usamos la pasta de azúcar?
Antes de usar la pasta de azúcar, asegúrate que no está muy caliente. Se necesita que esté tibia. Limpia la zona a depilar y añade un poco de polvos de talco. Para pillar la pasta con las manos, éstas tienen que estar untadas en aceite. Tomaremos un poco de la cera y la extendemos sobre la piel. Siempre en el sentido contrario al crecimiento del vello. Si ves que la cera no se extiende bien, entonces es que necesita calentarse un poco más. Intenta que quede una capa delgada para tirar de ella y eliminar el vello. Con la misma pasta puedes hacerlo, sin necesidad de bandas, aunque cada una podrá hacerlo a su manera.
Las grandes ventajas de este método de depilación
Ni qué decir tiene que se trata de un método de depilación económico. Sí es cierto que lleva un poco de tiempo el elaborarlo y que en ocasiones, puede ser que a la primera no nos salga como queremos, pero una vez que le hayamos pillado el truco, saldrá rodado. Dicen que es menos dolorosa que la cera, aunque siempre es aconsejable que pruebes en alguna zona a la que ya estés acostumbrada.
Tanto el velo largo como el más corto se van a adherir a esta pasta…¡nadie puede resistirse!. Además, es de lo más natural y no va a estropear tu piel. Tras la depilación, puedes eliminar los restos con un poco de agua tibia. Tras ello, aplica un poco de aloe vera para calmar y evitar su enrojecimiento.