Llega el buen tiempo y es cuando nos planteamos todos los métodos de depilación que tenemos a mano, ya que nos gusta estar bien depiladas. Pero muchos de ellos conllevan cierto grado de dolor, puesto que normalmente lo que se busca es arrancar el cabello para que tarde mucho más en crecer. Hay algunos métodos de depilación sin dolor, aunque varios de ellos tienen sus desventajas.
Vamos a conocer un poco más sobre las posibilidades que tenemos a la hora de depilarnos sin dolor. También podemos tener en cuenta que hay métodos que son más dolorosos que otros, para escoger el que sea más adecuado para cada persona y también para cada zona del cuerpo.
Los métodos más dolorosos
Existen algunos métodos que son dolorosos y que son los que se suelen evitar. La cera es uno de ellos. Hay que decir que como depilación es rápida y efectiva, pero el tirón que hace la cera suele doler e irritar las pieles más sensibles, por lo que no todo el mundo soporta este tipo de depilación.
Por otro lado, tenemos las máquinas de depilar que arrancan el vello de raíz. Son dolorosas pero menos que la cera, aunque como desventaja debemos decir que son un poco más lentas arrancando todo el vello. Suelen usarse en lugares como las piernas, en donde hay mucho vello.
La depilación láser es muy recomendable porque con el tiempo vamos perdiendo el pelo poco a poco en las zonas deseadas. No obstante, suele doler si coge bien el folículo para destruirlo. En la actualidad hay máquinas más modernas que ya no producen tanto dolor, por lo que es un método que se puede encontrar como los más recomendables.
Depilarse con cuchilla
Depilarse con cuchilla es un método rápido, aunque no muy duradero, porque no arrancamos la raíz y el pelo comienza a crecer en apenas uno o dos días. Es por eso que se suele utilizar como método de emergencia si tenemos que realizar una depilación rápida en el momento, pero que a largo plazo no nos resulta muy interesante porque no dura nada.
Una de las principales ventajas de esta forma de depilación es que no resulta dolorosa. Pero como hemos dicho no dura mucho, que es la principal desventaja que tienen los métodos que no duelen porque no llegan a arrancar la raíz, que es lo que nos duele.
Depilación con crema depilatoria
Este método es parecido al de la cuchilla pero es mucho mejor para los principiantes o para zonas delicadas, ya que no corremos el riesgo de cortarnos como sí sucede con la cuchilla. Tampoco afecta a la raíz y el vello crece muy rápido de nuevo.
Depilación con hilo
La depilación con hilo casi no duele y se usa con un simple hilo que se va desplazando por la piel para ir cogiendo los pelos y arrancándolos. Es un método que se usa para el vello más fino, como el del rostro. Es muy interesante para cubrir estas zonas, aunque no es factible con zonas grandes o vello muy fuerte.
Depilación IPL
Este tipo de depilación de luz pulsada se puede utilizar en casa con aparatos que se pueden comprar fácilmente en la web. Estos aparatos crean un cosquilleo en la piel, pero aparte de esta sensación son indoloros. Se pueden realizar diferentes sesiones para poder ver cómo va desapareciendo el vello. No son tan efectivos como la depilación láser, pero al parecer con un uso continuado sí se pueden ver resultados. Eso sí, debemos tener en cuenta que hay que preparar el área tres días antes y utilizar gafas para protegernos los ojos como se hace con el láser.