Denostadas por los amantes de los lofts y los espacios abiertos o relegadas a un uso funcional como soporte para percheros y organizadores, las puertas son uno de los elementos fundamentales de la carpintería hogareña. Más allá de servir como divisoras de estancias o generadoras de intimidad, tienen tantas posibilidades como un lienzo en blanco y un alto poder decorativo al estar colocadas en puntos estratégicos.
En cuestión de algunas décadas hemos pasado de las puertas repletas de molduras a las de maderas naturales hasta llegar al blanco mate más esencial, como si debieran desaparecer de nuestro campo de visión y no interfiriesen en los aspectos decorativos de los ambientes. Veamos algunas propuestas sencillas y a buen precio que pueden contribuir a personalizar, ampliar o redistribuir una habitación en un abrir y cerrar de ojos y que demuestran cómo una puerta se convierte en «el mejor cuadro» de la casa.
El recurso más clásico no tiene porque ser tópico: Aplicar una buena capa de pintura a una puerta siempre es práctico porque la renueva y garantiza su durabilidad. Los motivos de rayas aportan frescura y luminosidad, además de permitirnos jugar con las molduras: Si la puerta es completamente lisa una composición rayada en disminución creará un efecto de falsos listones, y si ya venía diseñada en resalte pero nos hemos cansado de las molduras es factible disimularlas pintando grandes líneas horizontales.
Si no nos atrevemos a cubrir la puerta por completo o no nos apetece perder su fondo blanco como continuidad de la pared ídem, hay opciones más recatadas como limitarnos a pintar el marco interior (aportando un divertido toque de «cómic»), o decantarnos por modelos geométricos en alza como los topos de colores pastel o los diseños en espiga en tonos metalizados.
¿Cortinas tupidas delante la puerta de entrada? Quizá es un atentado contra el Feng Shui pero hay que reconocer que hace más señorial y elegante un recibidor, nada que ver con la típica mosquitera o cortinilla de tiras de plástico que no engalana en absoluto. Serán muy útiles en invierno evitando que pase el frío que pueda acceder por las rendijas, y servirán para ventilar en verano sin que nos vean. Y bueno, quien se resiste a elegir el tejido de la cortina a juego con los cojines, los muebles, el papel de pared…
La adicción al Washi Tape (yo ya me he prohibido terminantemente comprar más rollos, al menos por este año) se amplía también a la decoración de puertas, reiterando los códigos antes descritos sobre el efecto «moldura» o los diseños geométricos. La propuesta de la derecha es interesante al aplicar las tiras sobre madera; así una puerta tradicional gana en modernidad y las rayas en diagonal aumentan la verticalidad del marco consiguiendo que el techo también parezca más alto.
Si preferimos ahorrarnos trabajo o nos gusta cambiar la decoración de la casa a menudo la mejor alternativa es comprar rollos de vinilo adhesivo y cortarlos a la medida; en este caso lo que se hace harto complicado es decidirse por un diseño con la infinitud de ofertas que existen: Dos de las más llamativas son los modelos ópticos en colores flúor (ojo con mirarlos fijamente), y los vinilos con escenas «trompe l’oeil» inspiradas en imágenes cinematográficas, fotografías en perspectiva o puertas falsas que no dan a ninguna parte. Sin duda potenciarán la vitalidad y las buenas vibraciones de un dormitorio juvenil que presuma de ser «cool».
Hay dos maneras de transformar una puerta en una pizarra versátil: Aplicando una capa doble de pintura con ese acabado o comprando rollos de pizarra adhesiva, fáciles de cortar y pegar en cualquier superficie. No habrá dormitorio infantil, cocina o despacho que no le saque partido a esta propuesta; pero es importante contar con una buena iluminación si no queremos que el fondo oscuro de la puerta se coma la luz de la estancia.
Quienes adoren la decoración de estilo «naif» o tengan niños en casa podrán inspirarse en estos graciosos trabajos manuales realizados con papel adhesivo recortado a modo de bocetos. Aquí presentamos dos en forma de animales pero se pueden crear otros dibujos temáticos como muñecos de nieve en la temporada invernal, una tela de araña en Halloween o un conejo de Pascua.
En plena época de vuelta al cole seguro que se sorprenderán si al regresar a casa se encuentran con una nueva mascota en su cuarto, aunque ese nuevo amigo sea simplemente un elemento gráfico pegado a la puerta. ¡Ellos mismos querrán colaborar en el diseño sabiendo que les permitimos jugar con pegatinas!
Imágenes – La Garbatella, Couture Deco, Desert Domicile