La primavera es un momento clave para las plantas. La mayoría abandonan en esta estación el estado de latencia y alcanzan su esplendor regalándonos bonitas estampadas. Pero no lo hacen solas; es importante proporcionarles algunos cuidados básicos en relación con el trasplante, el abonado o el riego.
La cuarentena nos permite prestar mayor atención a nuestras plantas y por tanto aprender mas sobre estas. Sin prisas y disfrutando del proceso podemos llevar acabo estos días labores de trasplante, importantes para que puedan seguir creciendo, e incluso multiplicarlas para poderle dar un toque verde a mas rincones de nuestro hogar. ¡Aprovecha!
Cambiar la tierra y trasplantar
La primavera es el momento adecuado para trasplantar aquellas especies que han permanecido durante el invierno en periodo de dormancia, periodo en el que se suspende su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, no todas las plantas precisarán un cambio de maceta llegada esta época del año.
Observar te ayudará a saber qué plantas necesitan ser trasplantadas a una maceta mayor. En términos generales lo necesitarán aquellas que hayan dejado de crecer y no hayan sido trasplantadas en dos o tres años, que no quepan ya en la maceta o aquellas cuyas raíces asomen por los agujeros de drenaje. Personalmente, suelo sacarlas de la maceta y ver el volumen de su sistema de raíces; me ayuda a tomar mejor esa decisión.
Para trasplantas tres son las claves. La primera, sacar la planta de la vieja maceta sin dañar las raíces. La segunda, eliminar el sustrato apelmazado en las raíces y desenredar ligeramente estas si fuera necesario. La tercera, disponer del sustrato adecuado para cada tipo de planta para poder rellenar la nueva maceta.
Renovar el sustrato es recomendable también en aquellas plantas que no precisen necesariamente un cambio de maceta. Cada año o cada dos años, dependiendo de la planta, es importante cambiar la tierra; les ayudará a engrosar las raíces. Especialmente necesario será cuando veas que la tierra esta apelmazada y la maceta se encharca porque la tierra no absorbe el agua o bien cuando tu planta se encuentre estancada en cuanto a crecimiento.
Abonar
Tanto si el ejemplar se ha trasplantado como si no, en primavera es importante incorporar a la tierra abono. Lo ideal es comenzar con cantidades mas bajas de las recomendadas en el recipiente del abono e ir incrementándolas según avance la estación hasta llegar a lo recomendado.
Sin embargo, es recomendable esperar al menos 6 semanas para abonar aquellas plantas que hayan sido trasplantadas. Durante ese período le resultarán suficientes los nutrientes del nuevo sustrato, así que no tienes por que preocuparte.
Regar
El desarrollo de nuevos brotes, el mayor número de horas diarias de luz natural y el ascenso de la temperatura, son algunos de los factores que incrementan el requerimiento de agua de las plantas en primavera. Sin embargo, con el fin de que un exceso de riego puede afectarlas de manera negativa, lo ideal en la mayoría de especies es dejar que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar.
Cuando se riegue, eso si conviene no caer en el error de regar superficialmente. Para que las raíces se hidraten correctamente lo ideal es regar de forma homogénea hasta que el agua comience a salir por los orificios de la maceta (esenciales para que las raíces no se pudran)
Adaptar
Si durante el invierno habéis adquirido alguna planta que no os habéis atrevido a colocar fuera, en el alfeizar de la ventana o en la terraza, por miedo a las bajas temperaturas, este es el momento de adaptarlas al exterior. ¿Cómo? Sacándolas 2-3 horas al exterior durante una semana, evitando las horas centrales del día, los rayos del sol directos y el frío nocturno si lo hubiera. Después podrás aumentar el tiempo, dejándolas primero en un sitio protegido para pasarlas después a su lugar definitivo.
Estos son algunos cuidados básicos, recomendables para el óptimo desarrollo de tus plantas. Prometemos las próximas semanas profundizar en algunas cuestiones como el riego, que es probablemente una de las cosas que mas «agobia» en el cuidado de nuestras plantas o los abonos naturales.