Cuando comienza la primavera y notamos el cambio de temperatura es cuando aparece de nuevo la procesionaria en las zonas en las que hay pinos. Esta pequeña oruga que baja de los árboles formando una ‘procesión’ es muy peligrosa para nuestras mascotas y por eso tenemos que tenerlo en cuenta para evitarla.
Os vamos a hablar de la procesionaria y del daño que puede hacerle a un perro. Es muy importante saber qué tenemos que hacer si nuestro perro se acerca a una y también hay que saber reconocerlas para evitar el peligro. Es una oruga pequeña pero puede causar grandes daños.
La oruga procesionaria
La procesionaria del pino es una oruga que cuenta en su piel con hasta 500.000 pelos o tricomas. Cada uno de ellos es como un dardo que se desprende con mucha facilidad y que puede llegar a crear reacciones cutáneas o alergias al contacto, tanto en los animales como en las personas. Incluso puede suceder que estos pelos se transporten con el viento y hagan esta reacción sin que nos hayamos acercado a las orugas.
Esta oruga es cada vez más abundante y aparece en más zonas. Está asociada al pino y es en estos árboles en donde se encuentra. Si nos fijamos bien, se pueden ver una especie de telarañas grandes en las ramas de los pinos. Es ahí en donde crece la oruga. Desde esas zonas se traslada por el tronco hasta el suelo, formando procesiones con otras orugas, de ahí ese nombre tan peculiar.
Qué efectos puede producir
Estas orugas son muy peligrosas, ya que están cargadas de veneno. Un ligero contacto con ellas puede hacer que nosotros o nuestro perro tengamos una reacción alérgica en la piel. No obstante, ha habido perros que incluso han intentado comerlas, pues ellos no conocen el peligro de estas orugas. El resultado en algunos casos ha llevado a tener que amputar parte de la boca, ya que el veneno puede llegar a necrosar zonas.
Estas procesionarias son muy venenosas y tienen efecto en personas y animales, por lo que nadie debería acercarse a ellas. Sus efectos dependerán mucho del contacto que se tenga con ellas y de lo rápido que se acuda al médico o al veterinario en caso de que afecten a nuestras mascotas. Sea como sea, debemos realizar una rápida intervención si sabemos que han estado en contacto con ellas o podría haber consecuencias graves para nuestra mascota.
Qué hacer ante las procesionarias
Lo primero que debemos hacer durante esta época es evitar los lugares en los que sepamos que hay pinos, puesto que puede haber procesionarias. Si vivimos cerca de ellos, siempre debemos avisar al ayuntamiento en cuestión en caso de que veamos que en los pinos se está originando la procesionaria. Ha llegado a haber auténticas plagas en lugares como el Mediterráneo, por lo que han tenido que combatirlas.
Debemos estar muy atentos si paseamos al perro y nunca jamás dejarlo suelto en un lugar en el que pueda haber procesionaria. Así controlaremos al perro para que no se acerque a las orugas. En caso de que veamos que el perro ha entrado en contacto con una tendremos que llevarlo de inmediato a un veterinario.
Hay que decirle al veterinario que el perro ha entrado en contacto con la procesionaria, ya que es una atención de urgencia. Se deben aplicar corticoides al perro para bajar la inflamación y para evitar esa reacción alérgica. En casos leves se puede restablecer por completo, pero como ya hemos dicho esta oruga es altamente venenosa y es un auténtico problema para perros y personas que entren en contacto con ella.