Hay veces que los padres ignoran las conductas de sus hijos porque están cansados de lidiar con ellos, pero es importante saber cuándo es buena idea ignorar una conducta y cuando por el contrario, es necesario actuar para evitar que esa mala conducta se repita.
Hay veces que es mejor ignorar
Hay muchas veces cuando los niños pequeños dicen cosas por enfado o frustración y que realmente no saben lo que significa o la magnitud que pueden tener esas palabras. Por ejemplo: «Te odio, mami» o «Eres estúpido”. Estas palabras son bastante hirientes pero no es buena idea que les hagas caso porque si no, estarás dando poder y reforzando negativamente no solo las palabras, si no también, la mala conducta de tu hijo al decirte esas frases.
Por lo tanto, es una situación en la que debes escoger de ignorar el comportamiento. Los niños pequeños no tienen los mismos filtros que tienen los niños mayores (y no es recomendable el mismo método para los niños mayores). Los niños pequeños pueden decir cosas antes de que su cerebro entienda qué es lo que está diciendo.
Al no reaccionar ante esta conducta de tu hijo ni tampoco comenzar una discusión, te estarás asegurando de que tu hijo se dé cuenta de que eso no le vale para llamar tu atención y por tanto, dejará de hacerlo. En cambio, si te has enfadado o respondes entonces la conducta continuará porque tu hijo verá en ti una reacción por leve que sea y querrá intentar eso de nuevo otro día para llamar tu atención y tener resultados similares.
Pero otras veces no hay que pasar las cosas por alto
Es difícil permanecer sin emociones y abstenerse de estar al tanto de cada comportamiento no deseado que los niños pequeños exhiben. Sin embargo, es importante que hagas precisamente eso para que los niños pequeños sepan lo que es importante para ti y cuándo deben seguir las órdenes sin cuestionarlo.
Si tratas cada situación de disciplina con tu atención completa y tu emoción intensa, será difícil para tu pequeño descubrir qué es lo que realmente importa. Ignorar es para aquellos comportamientos que caen bajo en la escala de importancia (aunque generalmente son altos en la escala de molestia). Guarda tu energía para los comportamientos de mayor prioridad que nunca debes ignorar, como correr en la calle, poner objetos extraños en la boca y/o lastimar mascotas, propiedades o personas.
Como en cualquier método de crianza, no existe un método única de disciplina para los niños pequeños. Cuantas más herramientas de disciplina se tengan, será mucho mejor, puesto que no todas las estrategias sirven igual para todos los niños. Cuando decidas ignorar presta atención a la reacción de tu hijo. Sé siempre lo más consistente posible pero sé también flexible si te das cuenta que ignorar una conducta ya no funciona.
Es importante también recordar que cuando tu hijo tenga una conducta que pueda ser peligrosa, jamás deberás ignorar ese comportamiento y sí deberás intervenir lo antes posible, para reconducir su comportamiento.