Quizá estés atrapada en una rutina diaria donde cada día tú y tu familia hacéis lo mismo. Es bastante normal y común. Tus hijos tienen que ir al colegio, quizá por la tarde tengan clases extra escolares, tú y tu marido tenéis que trabajar y es necesaria una buena organización para que no se desmadre todo. Esto no es nada malo, en absoluto. Pero en ocasiones, los días normales también pueden ser especiales para toda la familia.
Es habitual que tengas estrés y si tu lo tienes, tus hijos también lo tendrán. Entonces, ¿qué es lo que pasa cuando tú y los niños no conectan durante el día? Que vuestra relación y vuestro vínculo afectivo puede verse perjudicado. Es muy importante que cada día, aunque solo sea durante un poco, conectéis y para eso, solo tendrás que hacer que un día normal, se convierta en un día especial.
Una nueva semana es una semana llena de oportunidades
Quizá cuando llega el fin de semana, tienes tantas cosas pensadas para hacer que cuando llega el domingo por la tarde apenas habéis hecho nada. Esto puede suceder por el cansancio o simplemente porque las cosas a veces no salen siempre como se planean. Nadie tiene la culpa de esto, simplemente hay que aprovechar los pequeños momentos para poder disfrutar de los ratos en familia.
Es posible que esta mañana tus pensamientos estuviesen centrados en cómo los niños podían ser tan lentos desayunando o por qué no se daban más prisa vistiéndose, ¡ibais a llegar tarde! Ese estrés junto con las noticias de fondo de buena mañana, puede hacer que el día ya comience torcido. Pero esto no tiene ni debe de ser así.
Para empezar con el cambio es importante que tengas en cuenta algunas conversaciones demasiado automáticas como por ejemplo:
- ¿Cómo ha ido la escuela?
- ¿Has cogido tu chaqueta?
- ¿Le has dicho a tu maestro que debes sentarte más cerca de la pizarra?
- ¿Cómo ha ido el examen?
- ¿Te comiste todo el almuerzo?
- ¿Con quien has jugado hoy?
- ¿Tienes muchos deberes?
Si bien es cierto que estas preguntas son necesarias para poder tener una buena comunicación con tu hijo, además de eso, también debes trabajar para tener un buen vínculo emocional. Y esto se debe trabajar cada día. Para conseguirlo, puedes anunciar de forma alegre que hoy por ejemplo, hay cosas nuevas que hacer juntos. Por ejemplo:
- Esta tarde iremos a dar un paseo a ver qué flores vemos en el campo o ver cuánta vida silvestre hay cerca de nosotros.
- Podemos hacer fotos esta tarde en nuestro paseo y después enseñárselas a nuestros amigos.
- Esta tarde vamos a jugar al juego de mesa que tú quieras cuando acabes los deberes.
- ¿Qué te parece si hacemos esta tarde una vídeo llamada con los abuelos y les contamos cómo nos ha ido el día?
- Esta noche vamos a elegir una cena que nos guste a todos y la haremos juntos.
- Vamos a ver esa película que tanto te gusta y la veremos comiendo deliciosas palomitas de maíz.
También puedes contarles algo divertido a tus hijos que te haya pasado en el trabajo, hacer algo rico para el postre de la noche o incluso hacerlo con ellos, leer un cuento juntos, planear una tarde de disfraces para pasarlo en grande, etc. También podéis pensar planes divertidos para cuando llegue el fin de semana y el viernes por la noche, entre todos, escoger cuál es el que más os apetece hacer, ¡y hacerlo!
Estas son formas estupendas de convertir los días ordinarios, ¡en extraordinarios! ¿Ya tienes pensado cómo conseguir que tu día de hoy sea especial?