Las intoxicaciones en niños son una de las urgencias pediátricas más comunes y preocupantes. Aunque en la mayoría de los casos no representan un peligro grave, en algunas situaciones pueden llevar a complicaciones serias, e incluso a tener consecuencias fatales si no se actúa a tiempo. Por ello, es fundamental conocer las causas más habituales, cómo prevenirlas y cómo actuar cuando se presentan.
Las intoxicaciones más habituales en los niños
Los niños, especialmente en edades tempranas, son vulnerables a las intoxicaciones accidentales debido a su curiosidad natural y al afán de explorar su entorno. Estas intoxicaciones varían en gravedad dependiendo de la sustancia ingerida o manipulada y de la cantidad utilizada. Además, factores como el peso y la edad del niño juegan un papel crucial en la severidad de los efectos.
Entre las intoxicaciones más frecuentes se encuentran las relacionadas con medicamentos, productos de limpieza, monóxido de carbono y gel hidroalcohólico. Cada una tiene características diferentes y merece un análisis detallado.
Intoxicación por medicamentos
El uso indebido o accidental de medicamentos es una de las principales causas de intoxicación infantil. Cuando un niño accede a medicamentos sin supervisión o se administra una dosis incorrecta, las consecuencias pueden ser graves. Según estudios recientes, los medicamentos más comúnmente implicados incluyen:
- Paracetamol: Este analgésico de uso común es la primera causa de intoxicación medicamentos en menores de cinco años. Las sobredosis pueden ocasionar insuficiencia hepática severa.
- Benzodiacepinas: Utilizadas para tratar la ansiedad e insomnio, su ingesta accidental puede provocar somnolencia, alteraciones respiratorias y, en casos graves, coma.
Para prevenir estos accidentes, es vital guardar los medicamentos fuera del alcance de los niños y mantenerlos en envases con cierre de seguridad. Además, nunca se debe referir a los medicamentos como «caramelos» para animar a los pequeños a tomarlos, ya que esto puede inducir a una ingesta no supervisada.
Intoxicación por productos de limpieza del hogar
Los productos de limpieza son otra causa común de intoxicación en niños pequeños, especialmente aquellos menores de dos años. Entre los más peligrosos destacan:
- Lejía: Al ser altamente corrosiva, puede provocar quemaduras en la boca, el esófago y el estómago.
- Detergentes y desatascadores: Algunas fórmulas pueden generar complicaciones respiratorias además de irritaciones cutáneas.
Estos productos deben almacenarse en lugares inaccesibles para los niños, preferiblemente en armarios altos y con sistemas de cierre de seguridad. También es crucial evitar almacenar productos de limpieza en envases reutilizados, como botellas de agua, para evitar posibles confusiones.
Intoxicación por monóxido de carbono
El monóxido de carbono, conocido como el «asesino silencioso», es un gas incoloro e inodoro que puede ser letal. Se genera por una combustión incompleta en estufas, calentadores o vehículos. Los síntomas iniciales incluyen mareo, somnolencia y dificultad para respirar, pero sin intervención, puede llevar a la pérdida de conciencia y la muerte.
La prevención es fundamental. Asegúrate de ventilar correctamente los espacios cerrados y realiza mantenimientos periódicos de los sistemas de calefacción y hornos en casa. Considera instalar detectores de monóxido de carbono en lugares estratégicos del hogar.
Intoxicación por gel hidroalcohólico
El uso extendido del gel hidroalcohólico debido a la pandemia ha incrementado los casos de intoxicación por este producto en niños. Aunque es seguro para la limpieza de manos bajo supervisión, su ingestión accidental puede causar náuseas, vómitos y, en casos graves, intoxicación por alcohol.
Los envases de gel deben mantenerse fuera del alcance de los pequeños y utilizarse exclusivamente cuando haya un adulto presente. Enseñar a los niños sobre el uso correcto del producto también es clave.
Qué hacer en caso de intoxicación
Ante una intoxicación, la rapidez y la calma son esenciales para proporcionar una atención adecuada. Sigue estos pasos:
- Aleja al niño de la sustancia tóxica: Esto incluye retirar productos de limpieza o medicamentos y llevar al niño a un lugar con aire fresco si el tóxico es un gas.
- Identifica el tóxico: Localiza el envase del producto ingerido o manipulado para informar a los servicios de emergencia.
- No provoques el vómito: En algunos casos, esto puede empeorar la situación, especialmente si se han ingerido sustancias corrosivas.
- Contacta con el Instituto Nacional de Toxicología: Llama al 915620420 para recibir orientación específica según el caso.
Si los síntomas son severos, como dificultad para respirar o pérdida de conciencia, acude al hospital de inmediato.
Tomar medidas preventivas adecuadas puede marcar la diferencia. Mantén los productos peligrosos fuera del alcance de los niños y educa a los más pequeños sobre los riesgos mediante un lenguaje apropiado para su edad. Si bien la mayoría de casos de intoxicación no pasa de ser un susto, algunos necesitan una intervención médica urgente, por lo que la observación y actuación inmediata pueden salvar vidas.