Las croquetas de espinacas y queso parmesano son una auténtica delicia gastronómica que combina a la perfección la suavidad de una textura cremosa con el sabor distintivo del queso parmesano. Este plato, ideal como entrante o acompañamiento, lleva un toque especial que lo convierte en un clásico renovado, capaz de conquistar incluso a quienes no son fanáticos de las espinacas.
Ingredientes necesarios
Para elaborar estas croquetas, es importante contar con los ingredientes adecuados. A continuación, detallamos los necesarios para la receta base:
Para las croquetas:
- 250 gr. de espinacas (puedes elegir entre frescas o congeladas).
- 60 gr. de queso parmesano rallado.
- 1/2 cebolla, finamente picada.
- 4 cucharadas de harina común.
- 500 ml. de leche entera.
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 pizca de nuez moscada molida.
- 1 pizca de pimienta negra molida.
- Sal al gusto.
Para el rebozado:
- Pan rallado.
- 1 huevo.
- Aceite abundante para freír.
Preparación paso a paso
La clave de unas buenas croquetas reside en la elaboración de una masa homogénea y sabrosa. Sigue este paso a paso para lograr unas croquetas de espinacas y queso parmesano perfectas:
1. Preparar las espinacas: Si optas por espinacas frescas, lávalas bien y hiérvelas durante 5 minutos. Si usas espinacas congeladas, descongélalas en el microondas o al natural. Posteriormente, debes escurrirlas bien para eliminar el exceso de agua y picarlas finamente con un cuchillo.
2. Saltear la cebolla: Pela y pica la cebolla en trozos pequeños. Calienta las cuatro cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y añade la cebolla. Sofríe hasta que se vuelva transparente o «pochada».
3. Añadir las espinacas: Incorpora las espinacas a la sartén con la cebolla. Mezcla bien y saltea durante un par de minutos. A continuación, agrega el queso parmesano rallado y remueve para integrarlo.
4. Elaborar la masa base: Añade las cuatro cucharadas de harina y mezcla bien con las espinacas y el queso. Cocina la mezcla durante unos 5 minutos, removiendo constantemente para tostar la harina y evitar que se pegue.
5. Incorporar la leche: Ve echando la leche poco a poco, mientras remueves para evitar la formación de grumos. Comienza agregando un vaso junto con la nuez moscada, la pimienta y sal al gusto. Continúa añadiendo la leche en pequeñas cantidades conforme la masa se espese. Debe quedar una masa espesa, pero manejable.
6. Reposar la masa: Retira la sartén del fuego y pasa la masa a un recipiente. Tápalo con papel film para que no se reseque y deja enfriar en la nevera durante al menos 3 horas. Este paso es fundamental para que la masa tome consistencia.
Formado y fritura
Con la masa lista, llega el momento de dar forma a las croquetas:
1. Hacer las croquetas: Saca la masa de la nevera y coge pequeñas porciones con una cuchara. Moldea las porciones con tus manos para obtener la forma tradicional de croqueta o, si lo prefieres, en forma de bolitas.
2. Rebozar: Prepara dos platos hondos: uno con huevo batido y otro con pan rallado. Pasa cada croqueta primero por el huevo y después por el pan rallado hasta cubrirlas completamente. Si buscas un rebozado extra crujiente, puedes repetir este paso dos veces.
3. Freír: Calienta una sartén con abundante aceite de oliva. Es importante que el aceite esté bien caliente, pero sin llegar al punto de humo. Fríe las croquetas en tandas pequeñas para mantener la temperatura del aceite y evita que se enfríen.
4. Escurrir: Retira las croquetas doradas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Trucos y consejos útiles
Para que las croquetas de espinacas y queso parmesano sean todo un éxito, ten en cuenta los siguientes trucos:
- Escurre bien las espinacas: Cualquier exceso de agua en las espinacas puede alterar la consistencia de la masa, haciéndola difícil de manejar.
- Deja enfriar completamente la masa: Este paso es esencial para que las croquetas mantengan su forma durante la fritura.
- Congela para mayor comodidad: Si lo prefieres, puedes congelar las croquetas una vez formadas. Así podrás freírlas directamente congeladas cuando lo necesites.
- Experimenta con variantes: Añade piñones o cambia el queso parmesano por otro de sabor fuerte, como el manchego, para darles un toque diferente.
Estas croquetas son versátiles y pueden servirse como aperitivo, guarnición, o incluso como plato principal si las acompañas con una ensalada fresca. Además, su combinación de sabores y texturas las hace irresistibles para toda la familia.
El toque del queso parmesano en esta receta es lo que marca la diferencia, añadiendo un sabor único que convierte un plato tradicional en una experiencia gourmet. Vale la pena dedicar tiempo a preparar estas croquetas, que tenderán a desaparecer rápidamente de la mesa gracias a su irresistible atractivo.