Estarás cansado o cansada de escuchar hablar sobre las cremas hidratantes, pero ¿Conoces las cremas emolientes? Son otro de los grandes básicos que tenemos en cuestión de belleza. Más que nada porque tienen un gran trabajo que hacer con nuestra piel y de ahí, que también las debemos tener muy en cuenta cada día.
Así que, por si no lo has parado a pensar, te hablamos de lo que son realmente y para qué sirven. Aunque seguro que cuando te lo expliquemos un poco más de cerca las reconocerás mejor. Es el momento de darle el máximo protagonismo a nuestra piel porque bien se lo merece. ¡Descúbrelo!
Cuáles son las cremas emolientes
Hay que decir que las cremas emolientes están destinadas al cuidado de la piel. Porque además de añadir la hidratación que esta requiere, también van a hacer un doble trabajo protegiendo y mejorando ciertos problemas como pueden ser todos los derivados de contar con una piel muy seca. Tanto los eccemas como la psoriaris están dentro de dichos problemas que mencionamos. Todos aquellos productos que se encargan de restaurar la barrera protectora de la piel, que la nutren pero de una manera intensa y que además, alivia el picor, será una crema de este tipo. Así que ya vemos que tienen una importancia vital en nuestra vida.
Para qué sirven los distintos tipos de emolientes
Dentro de este tipo de cremas, no podían faltar al menos un par de tipos diferentes. Porque ya sabemos que cada uno de ello debe atender a una piel específica o bien, a unos problemas concretos de la misma. Dicho esto mencionamos los dos tipos más comunes:
- Uso durante o después de la ducha: este tipo de emolientes son similares al trabajo que realiza un jabón pero sin contar con ingredientes que puedan dañar o secar más la piel. Por lo que podemos decir que son más cuidadosos y de ahí que serán perfectos para tener una piel más que perfecta y suave.
- Mientras que el oro tipo de cremas emolientes que nos encontramos son las que no hace falta enjuagar como las anteriores. Sino que se trata de una crema que se aplica a través de un suave masaje y que está combinada con varios aceites para que penetren y nutran la piel al máximo. Esto hace que se cree una capa en la piel y que evite la pérdida de humedad de la misma. Hay que decir que las podrás encontrar tanto en cremas como en lociones. Las primeras suelen ser menos grasas, mientras que las lociones suelen contener más agua. Aunque si lo pensamos bien, siempre serán las anteriores las que tengan un mayor impacto y resultado para nuestra piel.
Sus grandes beneficios
Ahora ya sabemos qué son realmente y cuáles son los tipos. Por eso, entre hablar de unos y otros ya hemos ido dejando pistas de cuáles son los beneficios. Aunque matizaremos que estos son el dejarnos una piel mucho más suave y elástica además de nutrida y como no, totalmente hidratada. Pero es que por otro lado tampoco se nos puede olvidar que un producto como este van a tratar problemas más profundos de la piel. Así que no solo se trata de cuidar lo que se ve sino que pueden llegar a capas más profundas. Por ello podemos decir que son anti-inflamatorias y también muy refrescantes. A pesar de contar con tantos, y tan buenos resultados, no está de más el consultar con el médico. Porque ocasiones sí que podrían dejarnos una leve irritación, dependiendo del tipo de problema que tengamos en la piel. Ya que problemas como la dermatitis atópica suele requerir otro tipo de tratamiento para poder ser curada.