Estamos acostumbrados a comernos los guisantes enteros, salteados, en tortillas o en caldos. Pero lo que no sabe mucha gente es que una crema de guisantes es algo exquisito y muy nutritivo.
Se trata de una receta muy sencilla de preparar y económica. Se puede tomar tanto fría como caliente, lo que es genial para este tiempo, en los que tenemos tanto días de calor como de frío. Los guisantes son una fuente de vitaminas, hierro, antioxidantes y proteínas vegetales, lo cuál es importante para las dietas veganas y vegetarianas. Además son ricos en fibra, bajos en calorías y sin nada de grasa.
Ingredientes:
(Para 6 personas).
- 1 kilo de guisantes congelados.
- 2 patatas.
- 2 puerros.
- 800 ml. de caldo de verduras.
- 200 ml. de nata líquida.
- 50 gr. de mantequilla.
- Sal y pimienta al gusto.
Preparación de la crema de guisantes:
Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos medianos. Desechamos la parte verde de los puerros y las raíces, quedándonos sólo con la parte blanca, y los cortamos finamente.
Derretimos la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Cuando la mantequilla esté fundida, añadimos los puerros y rehogamos hasta que se ablanden. Incorporamos las patatas cortadas a la cacerola y seguimos cocinando unos minutos más. Agregamos los guisantes junto a una pizca de sal y pimienta al gusto.
Removemos un poco y añadimos el caldo de verduras y la nata líquida. Esperamos a que rompa a hervir y cocinamos unos 25 minutos, procurando que el hervor no sea muy intenso, hasta que las patatas estén tiernas.
Apagamos el fuego y trituramos todo con la ayuda de una batidora, hasta conseguir un puré suave. Si queremos una textura más fina, podemos pasarlo a través de un colador o un chino.
Podemos servir la crema de guisantes bien caliente, o bien, podemos refrigerarla para tomarla fría. Se puede acompañar con unos guisantes enteros, unos picatostes o tacos de jamón.