En la actualidad pasamos gran parte de las horas en una oficina, e incluso trabajando desde casa. Este entorno puede llegar a perjudicarnos en pequeños detalles casi sin darnos cuenta. Como nuestra salud tiene que ser siempre una prioridad, os daremos algunas pautas sencillas para que el día a día dentro de la oficina sea un poco más saludable para todos.
Convivir tantas horas en la oficina y frente al ordenador no debe ser algo perjudicial para nosotros, pero a veces nos olvidamos de crear un espacio de bienestar en el que nuestra salud no se resienta a la larga. Es por eso que puede que no nos fijemos en algunos detalles que deberíamos cambiar. Estos son algunos consejos para una oficina más saludable.
Evita el aire acondicionado o la calefacción
Está claro que disfrutar de un ambiente con una adecuada temperatura es algo bueno, pero en ocasiones esto en exceso puede perjudicar nuestra salud. No se debe tener la calefacción muy alta ni tampoco el aire acondicionado, pues los contrastes de temperatura al salir a la calle hace que bajen nuestras defensas y seamos más propensos a contraer enfermedades. En este caso se debe tener una temperatura moderada y en verano intentar abrir más las ventanas para poder disfrutar del aire fresco, en caso de que esto sea posible.
Muévete de vez en cuando
No es bueno estar sentado o de pie de forma continua demasiadas horas. Una de las cosas que pueden crearnos lesiones en el trabajo son las posturas que se mantienen de forma continua durante horas. Es por eso que resulta fundamental que podamos movernos al menos cada media hora para activar la circulación y cambiar de postura. Si podemos trabajar alternativamente de pie y sentados sería lo ideal.
Cuidado con las luces
Siempre será mucho más recomendable disfrutar de una luz natural, pues es menos perjudicial para nuestra vista, pero si esto no es posible hay que cuidarse de las luces y de cómo estas inciden en nuestro espacio. Nunca debemos tenerlas apuntando de frente, por lo que tampoco nos podemos poner frente a una ventana, sino de espaldas o de forma lateral. En cuanto a la luz del ordenador, debes quitarle intensidad para evitar que te haga daño.
Usa aromaterapia
Los olores agradables pueden ayudar a que nos relajemos y nos sintamos mucho más a gusto en un espacio. Es por eso que podemos usar la aromaterapia en nuestro trabajo. En la actualidad tenemos humidificadores que añaden aromas al aire y mantienen una humedad adecuada para un mejor bienestar.
Mantente hidratada
Durante el día debemos beber agua, porque esto nos ayuda a mantenernos hidratados, algo que es fundamental para encontrarnos mejor. La falta de hidratación puede conllevar dolores de cabeza y malestar. El agua es siempre la mejor opción, aunque también podemos llevar preparados de casa zumos naturales o tomar infusiones.
Ten un espacio organizado
Hay personas que se encuentran más a gusto en un espacio que no se encuentre ordenado al milímetro, pero sin duda la organización es fundamental en la oficina. Organiza siempre las cosas en el momento, no lo dejes para después, porque corres el riesgo de olvidarte. Si organizamos las cosas bien después nos será mucho más fácil encontrarlas, lo que nos evita picos de estrés.
Decora tu mesa
Cada mesa debe ser un espacio propio en el que poder trabajar a gusto. En muchas empresas no dejan que los empleados pongan cosas suyas en las mesas pero en otras sí. Es bueno tener alguna planta cerca, pues nos hacen sentir mejor, humanizando los espacios. Además, debemos tener un espacio para organizar las cosas. Las fotografías personales también pueden ayudarnos a mejorar la calidad de este espacio, para mejorar nuestra salud.