El síndrome de Asperger es una forma de autismo de alto funcionamiento. Como todos los tipos de autismo, el síndrome de Asperger es altamente individualizado para cada persona. No hay dos niños con él que tengan exactamente los mismos desafíos o necesidades. Sin embargo, todos los que tratan con Asperger enfrentan tres categorías básicas de dificultades: función ejecutiva, habilidades sociales y procesamiento sensorial.
Aprendiendo sobre Asperger
Todos los que están en contacto regular con un niño que tiene el síndrome de Asperger deben recibir educación sobre las necesidades y desafíos únicos del trastorno. El nivel de capacitación depende del papel que desempeña una persona en particular en la vida de ese niño. Los padres y los maestros necesitan una educación más profunda que los hermanos y compañeros de juego pequeños.
Las clases están disponibles a través de centros de autismo e instalaciones de terapia. Los grupos de apoyo están disponibles en línea y en persona. Aprende todo lo que puedas sobre el trastorno en su conjunto y las necesidades individuales del niño específico.
Tareas de funciones ejecutivas
La función ejecutiva abarca todas las tareas que nos permiten establecer objetivos, planificar, organizar, elaborar estrategias y ajustar nuestros comportamientos para cumplir esos objetivos. Los niños con síndrome de Asperger generalmente luchan con el manejo del tiempo, la transición entre tareas, la organización de sus pensamientos y el entorno, el mantenimiento de los límites físicos y emocionales y la concentración adecuada en puntos específicos.
Usa señales visuales, auditivas y táctiles para ayudar al niño a darle sentido a su mundo. Escribe el punto principal de cada clase. Enseña al niño a usar contenedores o carpetas individuales para cada materia académica. Muéstrale cómo usar recursos organizativos adicionales, como organizadores gráficos y planificadores diarios.
Avisa al niño con anticipación de las próximas transiciones y cambios en la rutina diaria. Reconoce los comportamientos inapropiados pero evita tener refuerzos negativos con ellos. Recompensa los comportamientos apropiados.
Capacitación en habilidades sociales
Las habilidades sociales incluyen todas las habilidades necesarias para interactuar con éxito con otras personas, incluida la capacidad de leer y enviar señales tanto verbales como no verbales (incluido el contacto visual y el tono de voz). Al igual que las habilidades de función ejecutiva, las habilidades sociales se aprenden en lugar de ser innatas para los niños con síndrome de Asperger.
Usa métodos visuales y auditivos para enseñar habilidades de conversación apropiadas. Las conversaciones de cómics, fragmentos de diálogo y guiones sociales específicos ayudan a los niños a aprender a responder de maneras socialmente aceptables. El juego de roles ayuda a los niños a poner en práctica sus nuevos conocimientos. Pasar tiempo con un modelo a seguir de pares o adultos que acepta proporciona comentarios instantáneos sobre lo que funciona y lo que no. Considera darle al niño una breve lista de reglas escritas a las que pueda referirse cuando se sienta abrumado o confundido.
Trabajo de procesamiento sensorial
El procesamiento sensorial es la capacidad de definir y reaccionar apropiadamente a los estímulos variables en el entorno, así como al propio estado emocional interno del niño. Los niños con Asperger a menudo tienen dificultades para diferenciar y comprender sus propias emociones, y pueden reaccionar de forma exagerada o exagerar a las influencias externas.
Usa una escala de 1 a 5 para ayudar a los niños a identificar los niveles de sus propias reacciones. Cuando el niño experimente una reacción emocional, pídele que califique su reacción en la escala y luego habla si la respuesta fue apropiada para la situación. Proporciona descansos frecuentes y predecibles entre tareas. Toma medidas para amortiguar los ruidos si el niño es sensible al sonido. Mantén una caja de pequeños objetos de mano, como plastilina o bolas. Muchos niños y adultos de Asperger se tranquilizan jugando con objetos.