En muchas ocasiones, recibir invitados en casa se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Qué comida ofrecer, qué mantel poner, ¿música sí o no…?
Hoy te traemos unas útiles recomendaciones, para que tanto tus invitados como tú, ¡quedéis satisfechos!
Un buen anfitrión elige la comida con sentido común
El perfecto anfitrión tendrá en cuenta tres cosas: la época del año, la hora del día y la buena digestión de sus invitados. Servir un cocido en agosto, o a la hora de cenar, no es ni de lejos, lo más adecuado. Deja las recetas más fuertes y contundentes para la hora de la comida y para cenar elige siempre las más ligeras.
Cuidado con los ingredientes que utilizas
Sobre todo si no estás seguro de qué cosas pueden comer tus invitados y cuáles no. En estos casos es mejor no arriesgarse. Cocina sin lactosa, no abuses del picante y cuidado con aquellos ingredientes susceptibles de provocar gases.
Ten en cuenta el color de la comida
El verde de las verduras y vegetales se asocia a recetas saludables; el blanco de los lácteos a alimentos buenos para el sistema inmunológico; el naranja de los cítricos a las vitaminas. El color azul, por el contrario, tiene el efecto de suprimir el apetito. Esto es porque se trata de un color que no es habitual en los alimentos que provienen de la naturaleza y el primer impulso humano es el de rechazarlo.
Evita tonalidades azules en las recetas y asegurarás que tus invitados las perciban mucho más sabrosas y atrayentes.
El color del plato también importa
El color de la vajilla también tendrá mucho que ver a la hora de determinar la percepción que los comensales hagan de la comida y la cantidad de alimentos que tomen.
Si lo que queremos es que nuestros invitados no sean tímidos a la hora de servirse, evita utilizar platos que tengan alto contraste con los alimentos. A menor contraste entre la comida y el plato que la contiene, más comerán los presentes a la mesa. Por ejemplo, si queremos que se sirvan gran cantidad de verduras, será muy buena idea usar una vajilla de color verde.
El plato correcto según el momento
También es importante tener en cuenta el momento de la comida en el que nos encontramos. Los platos blancos y redondos se asocian a sabores dulces; mientras que los negros y de texturas rugosas, se relacionan con sabores más arriesgados. Por ejemplo, los platos de pizarra son perfectos para la carne, mientras que para un trozo de tarta es más adecuado un plato blanco y sencillo.
Cuidado a la hora de innovar…
Un buen anfitrión normalmente va sobre seguro. Apostar por la creatividad las horas previas a la llegada de los invitados puede ser un gran error. Lo mejor es decantarse por una receta que ya se domine. Lo que sí es recomendable hacer es añadir un pequeño extra a la receta. ¿Cómo? Por ejemplo, ofreciendo dos tipos distintos de salsa o guarnición.