Todos hemos ido a casa de alguien y hemos envidiado las toallas tan esponjosas que nos han facilitado para darnos un baño. Y hemos querido conocer todos los trucos para que las nuestras también luzcan aquí, leyendo aquí y allá. Trucos que hoy reunimos y compartimos contigo para que tus toallas se mantengan esponjosas.
A partir de hoy no tendrás más excusas para que tus toallas no se mantengan suaves y esponjosas por más tiempo. ¿Sabías que la utilización de vinagre es uno de los trucos para ello? Influye además también el secado de las toallas. Pero vayamos paso por paso hablando de cada uno de ellos.
Índice
Elige bien las toallas
No podemos pedir que una toalla que nunca fue ni suave ni esponjosa, lo sea pasado un tiempo por muchos trucos que apliquemos. Parece algo obvio pero la elección de las toallas y la calidad de las mismas, influirá en su durabilidad y en su mejor o peor envejecimiento.
Pero, ¿cómo sabemos cuándo una toalla es de calidad? A grandes rasgos, a la hora de elegir toalla deberás fijarte tanto en los materiales con los que ha sido confeccionada como en el gramaje. Apuesta por un algodón de calidad peinado y un gramaje de entre 300 y 600g/m2. Recuerda que cuanto mayor sea el gramaje, mayor será su comodidad, calidez y suavidad. Y mejor, generalmente, secará.
Ahora que ya tienes unas toallas de calidad en casa, podemos hablar de que hacer para que estas se mantengan suaves y esponjosas por más tiempo. Y no puede ser más sencillo aplicar los siguientes consejos, tal como tendrás tiempo de comprobar.
Utiliza un detergente suave
Lo ideal para que tus toallas se mantengan esponjosas es lavarlas con agua templada (40ºC) y un detergente para prendas delicadas. No abuses del detergente aunque sea suave y evita el suavizante. Tanto suavizante como amoniaco y lejía son productos contraindicados, así que procura no usarlos.
Incorpora vinagre
Probablemente hayas oído a tu abuela o a tu madre de los beneficios de añadir vinagre al detergente para lavar las toallas. Los tiene aunque entendemos que puedan surgir dudas del olor que de este producto pueda quedar en las tollas que es ninguno. Un chorrito de vinagre blanco será imperceptible y contrarrestará la cal uno de los factores del acartonamiento.
Utiliza pelotas de tenis
El mismo consejo que os proponíamos cuando hablábamos de la limpieza de los nórdicos os servirá aquí: meter unas pelotas de tenis en el tambor junto a las toallas. Y es que las pelotas al mantenerse en movimiento y golpear el tejido consiguen que este no se apelmace durante el lavado. Para eso, claro, la lavadora no deberá estar muy llena lo que nos lleva al siguiente consejo.
No llenes la lavadora
No la cargues en exceso, permite que las prendas, en este caso toallas, puedan moverse fácilmente en el tambor. Solo así quedarán bien limpias, bien aclaradas y menos apelmazadas gracias a la ayuda de las pelotas. Y este no es un consejo exclusivo para lavar las toallas, sino un consejo también muy útil para que nuestra lavadora viva más tiempo.
Sécalas en la secadora o al sol pero….
Si tienes secadora, úsala a temperaturas bajas. Si no, tiende las toallas bien estiradas en el exterior para que queden libres de toda humedad. Eso sí, procura que no les dé el sol de pleno, especialmente una vez las toallas estén secas, ya que tenderán a endurecerse y perder finalmente su esponjosidad.
¿Y qué ocurre esas semanas de invierno en los que no hace un solo día bueno para colgarlas en el exterior? Entonces no queda otra que secarlas en espacios interiores ventilados. En definitiva, en hacer lo que podamos para que se sequen cuando antes y no se queden húmedas. Porque nunca deben guardarse en un armario unas toallas que no estén completamente secas, ¡nunca!
¿Aplicas ya alguno de estos consejos para que tus toallas se mantengan esponjosas?