Las habitaciones de invitados casi nunca cumplen una única función en nuestros hogares. Se convierten con frecuencia en una habitación para trabajar o en la que almacenar esas cosas que no tienen cabida en otras habitaciones. Preparar una habitación para invitados de estas características puede resultar mas laborioso, pero con los consejos que hoy compartimos os aseguramos que no le faltará detalle.
Todos queremos que los invitados se sientan a gusto en casa. Y que no dispongamos de una habitación propia para ellos, no quiere decir que no pueda ser así. Basta con despejar la habitación y añadir algunos pequeños detalles para que se sientan como en casa.
Despeja la habitación
Las habitaciones de invitados que no se usan con frecuencia tienden convertirse en un espacio de almacenamiento mas de la casa. Y aquellas que usamos para un segundo propósito es lógico que contengan todos los útiles necesarios para realizar tal actividad. Tanto en uno como en otro caso el primer paso será despejar la habitación.
¿Tengo que retirarlo todo? ¿Dónde lo meto? ¿Debajo de la cama? Aunque no te lo creas puede ser una buena solución. Comienza por poner orden en el armario de la habitación, reservando una pequeña zona vacía para que los invitados pueden colgar u organizar su ropa. Despeja también las superficies dejando únicamente lo esencial y guarda el resto en cajas. Escoge cajas visualmente coordinadas y bonitas que allí donde sea que las apiles luzcan ordenadas. Mete todas las que puedas en el armario, escóndelas bajo la cama o llévalas a otras habitaciones.
Déjala bien limpia
Entrar a una habitación y que huela a limpio es una sensación que a todos nos gusta. Tampoco queremos que te vuelvas loca por tener invitados. Simplemente haz lo que haces normalmente: pasa los suelos, limpia las superficies poniendo especial atención a los espejos y ventila antes de que lleguen.
Prepara la ropa de cama
Si la ropa de cama lleva mucho tiempo guardada, lo ideal es que la laves y planches antes de hacer las camas. Prepara además algunas mantas de diferentes grosores según la época del año; si es invierno guarda una manta gruesa en el armario y si es verano extiende un plaid en los pies de la cama que puedan utilizar además cuando refresque para salir al balcón o la terraza.
Algunos somos mas frioleros que otros y podemos necesitar ropa extra para entrar en calor por las noches, especialmente si no estamos habituados a ese clima. Al llevarlos a la habitación, no olvides comentarles donde las has dejado si no las hecho en el armario, así no tendrán que preguntar.
Añade algunos detalles en la mesita
Además de la lámpara que ocupe la mesita normalmente, hay algunos detalles que puedes añadir y que tus invitados agradecerán. Un vaso y una botella de agua evitarán que tengan que levantarse si tienen sed a la noche. Un libro o una revista les proporcionarán entretenimiento si desean descansar en la habitación. Y un ramillete de flores frescas… un ramillete de flores frescas siempre dice ¡bienvenido!
No te olvides de las toallas
Como cuando llegamos a un hotel, a todos nos gusta encontrar unas toallas esponjosas para darnos una ducha después de un largo viaje. Si van a compartir baño con la familia lo idea es dejarlas en la habitación junto con una alfombrilla para los pies y un jabón sólido o gel líquido con el que puedan asearse. Si van a disponer de un baño solo para ellos, podrás organizar estos artículos en el propio baño.
Tu mejor que nadie conoces además a tus invitados, por lo que si sabes qué les puede gustar ¡aprovéchate de ello para sorprenderles! Y volvemos a repetir, preocúpate por los detalles a la hora de preparar la habitación para invitados, pero no te vuelves loca. Como invitados nos gusta sentir que se han preocupado por que estemos bien pero no sentirnos una carga.