Olvidar a alguien que está presente en nuestros pensamientos a diario es un proceso largo y doloroso porque tenemos tendencia a aferrarnos a aquello que nos produce bienestar en nuestra mente. Pero sabemos que las relaciones con algunas personas terminan resultando algo tóxico para nosotros, por lo que llega un momento que el amor propio debe sobreponerse a todo lo demás.
Si hay alguien que te haya hecho daño y que desees olvidar debes saber que pasar página es difícil pero nunca imposible. Probablemente recuerdes a alguien que alguna vez fue muy importante y que a día de hoy rara vez pasa por tu cabeza, así que sabes de qué hablamos. Pero hay algunos consejos que pueden ayudarte a olvidar un poco más rápido.
Evita encontrarte con esa persona
Uno de los factores clave es que debemos tratar de ver lo menos posible a esa persona. Es decir, si sabemos que nos lo vamos a encontrar en algún contexto, ya sea en el gimnasio, a la hora de la compra o en el bar, debemos intentar ir a otros sitios o evitar encontrarnos a las mismas horas. Todos sabemos que si no vemos a alguien lo tendremos más fácil a la hora de poder olvidarle con el paso del tiempo porque no estaremos expuestos a su presencia, algo que puede hacer aflorar sentimientos que teníamos.
Reduce el contacto en redes sociales
Las redes sociales son una trampa en la actualidad. Nos acercan a los demás pero al mismo tiempo no nos permiten alejarnos y olvidar como antes a esa persona que tanto ha significado. Por tu propio bien debes ser fuerte y tratar de reducir el contacto y las visualizaciones en las redes sociales. Si puedes y no te sientes mal con ello bloquea a esa persona. Si te parece muy radical puedes evitar entrar en las redes por un tiempo o dejar de entrar en sus perfiles y compartir o interactuar con esa persona.
Desvía tus pensamientos
Cuando entres en bucle pensando en esa persona trata de desviar tus pensamientos a otras cosas. Haz listas de aquello que tienes que hacer, habla con una amiga por teléfono o ponte a ver tu serie favorita, lee un libro y en definitiva deja de pensar de manera voluntaria en esa persona. Es un esfuerzo que al principio cuesta, pero con el tiempo se vuelve un hábito que nos beneficia porque nos daremos cuenta de que pensamos en esa persona con menos frecuencia y nos concentramos en nuestras cosas mucho mejor.
Vuelve a retomar hábitos y aficiones
Esto también es importante, ya que hace que recordemos cómo éramos antes de esa persona. Todos llenamos nuestro tiempo en soledad con hábitos y aficiones que nos gustan. Así que vuelve a ellos y cuídate mucho. Date un baño de espuma con un libro interesante o con música, toca un instrumento, haz yoga, pilates o algún deporte y en definitiva vuelve a ser tú misma de forma plena y satisfactoria.
Comienza a conocer gente nueva
Este punto puede llegar a ser algo difícil si todavía no hemos olvidado a esa persona. Puede que en principio no nos apetezca conocer a gente nueva, pero es importante a veces intentar hacer cosas diferentes para no caer en un bucle de autocompasión y tristeza. Sal y diviértete, ya que así verás que el mundo está lleno de gente. Puede que no conozcas a nadie y puede que sí, pero lo que está claro es que la vida es corta y hay que tratar de vivirla todos los días al máximo, dejando a un lado a aquellas personas que ya no nos aportan nada bueno para conocer a otra que sí lo harán.