Consejos para enseñar a los hijos a disculparse

nene que pide disculpas a una nena

Disculpase no siempre es fácil y menos cuando se siente que nos han ofendido o que la otra persona no se merece una buena actitud por parte nuestra. Pero cuando se perdona o se pide perdón es un acto que beneficia más a uno mismo que al otro. Porque cuando se perdona o se pide perdón se siente una paz interior difícil de igualar. El perdón es necesario enseñarlo a los hijos.

Para poder enseñar el perdón a los hijos es necesario que los padres también sepan pedir perdón y perdonar, porque se sabe que el mejor ejemplo de los padres es lo que realmente enseña a los hijos. De todos modos, una vez que se sabe pedir perdón es buena idea tener unos consejos en mente para que todo fluya de manera natural. ¡Un perdón obligado o forzado nunca arreglará las cosas! Incluso se pueden empeorar.

Asumir la responsabilidad

Cuando una persona se disculpa debe asumir la responsabilidad de su parte del conflicto. Eso no significa que estés admitiendo que todo el conflicto fue tu culpa. Las personas a menudo temen pedir disculpas primero porque piensan que quien se disculpa primero es el que está «más equivocado» o que es «perdedor» del conflicto.

nene que pide disculpas en un cartel

En realidad, dar una disculpa incluso cuando solo una pequeña parte del conflicto fue responsabilidad tuya, está bien y con frecuencia es saludable. Permite establecer lo que lamentas en tus propias acciones, pero también puedes confirmar tus propios límites.

Pedir disculpas por las razones correctas

Cuando te disculpas por lo que hiciste, puedes avanzar más fácilmente y dejar el conflicto atrás, independientemente de las acciones de la otra persona. Cuando nos disculpamos, podemos mantener más fácilmente la integridad y perdonarnos a nosotros mismos.

La otra persona también puede ser motivada para disculparse por sus acciones, pero esto no siempre sucede. Tratar de evocar una disculpa de la otra persona es una táctica manipuladora que a veces resulta contraproducente. Discúlpate por tu propia paz mental, y la otra persona puede sentirse inspirada a hacer lo mismo. Pero debes estar bien si no lo hace, no puedes obligarle.

No controles las respuestas de los demás

Aunque disculparse puede ser una manera de mantener la integridad y pasar de acciones de las que no estamos orgullosos, la mayoría de nosotros también queremos reparar la relación y ser perdonados. A veces esto no sucede… y deberás estar bien igualmente.

Si la disculpa fue sincera e incluyó los ingredientes necesarios, las posibilidades de perdón son mayores, pero a veces la otra persona simplemente no está lista o no puede perdonar y seguir adelante. O te pueden perdonar , pero aun así, sentir rencor hacia ti. O quizás no se den cuenta de su propio papel en el conflicto y te echen más culpas de las que mereces. Date cuenta de que no puedes controlar su respuesta, y si has hecho todo lo que puedes, déjalo por ahora… No merece la pena seguir mal.

Se necesitan 3 cosas

Para pedir disculpas a otra persona necesitarás tres cosas fundamentales: empatía, un corazón abierto y un poco de valentía. ¿Lo tienes? ¡Enséñale a tus hijos que ellos también!


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