En la vida diaria nos vamos a enfrentar a muchas situaciones distintas. Dependiendo de nuestra personalidad y nuestros recursos sabremos afrontarlas mejor o peor. Es habitual que ante algunas situaciones nos pongamos nerviosos, ya sea hablar en público, el momento antes de un examen o una cita con alguien que nos gusta. No obstante, hay algunas formas de controlar esos nervios.
Si eres una persona nerviosa puedes incluso llegar a bloquearte ante determinadas situaciones. Es por eso que siempre es una buena idea trabajar en los recursos y pautas que pueden ayudarnos a la hora de controlar esos nervios.
Aprende a controlar la respiración
En muchas ocasiones notamos que la respiración se acelera y nos encontramos muy nerviosos. En situaciones en las que las pulsaciones aumentan debemos aprender a controlar la respiración. Es muy importante hacerlo cuando no estemos nerviosos para saber que podemos controlarla en todo momento. Técnicas como el pilates nos pueden ayudar a ser conscientes de cómo respiramos. Hay que respirar hondo, aprender a llenar los pulmones de aire, retenerlo y soltarlo poco a poco. Centrarnos en la respiración hace que nos relajemos de forma natural y que nuestra mente salga de ese bucle de nervios.
Practica la meditación
En ocasiones nos damos cuenta de que llevamos todo el día nerviosos y no paramos. Es muy importante aprender a reconocer las situaciones que nos pueden estresar y tomarnos momentos para parar y reflexionar. La meditación nos puede ayudar en todo momento, ya que hace que seamos más conscientes de lo que es realmente importante y de lo que no. Con la meditación aprendemos la importancia de la relajación y también es buen momento para practicar las técnicas de respiración.
Haz deporte a menudo
Si puedes, haz deporte cada día. El deporte es una de las mejores formas que tenemos de mantenernos sanos y bien tanto de cuerpo como de mente. Cada persona puede adaptar su tiempo y sus capacidades a la hora de hacer deporte así que no tenemos excusa. Practica un deporte que te guste para ser más constante y verás los resultados. Sin duda te encontrarás con que estarás mucho más positivo y la ansiedad no aparece tan a menudo. Esto nos ayuda claramente a mantener a raya los nervios en distintas situaciones.
Controla los pensamientos
Muchas veces nos ponemos nerviosos con los pensamientos que tenemos. Por ejemplo, cuando nos vamos a enfrentar a un examen no podemos pensar que lo vamos a hacer mal, que será difícil y que suspenderemos porque estaremos visualizando una situación que no es real pero que psicológicamente nos va a afectar. Proyectar pensamientos positivos hace que ganemos confianza en nosotros mismos y nos enfrentemos a todo con la mejor actitud, algo que es muy importante a la hora de tener éxito. Si estos pensamientos nos ayudan a avanzar en vez de bloquearnos sentiremos que controlamos esos nervios.
Relativiza las situaciones
En el mismo ejemplo del examen, antes de enfrentarnos a él no debemos pensar que nos jugamos todo en él. Hay que relativizar las situaciones, ya que nada es tan importante cuando pasa el tiempo y lo vemos desde otra perspectiva. Es por eso que debemos tener pensamientos que hagan que esa realidad no nos parezca tan intimidante. Si pensamos que no pasa nada si no lo hacemos bien, que tenemos muchos más recursos y salidas en esta vida y que lo realmente importante son otras cosas, entonces podremos enfrentarnos a todo ello de una forma más sencilla. No sufriremos esa paralización que viene del miedo y de los nervios y que afecta a muchas personas en situaciones de estrés que llegan a superarlas.