La calidad del sueño es un factor clave para una buena salud. Si no dormimos bien podemos llegar a tener más problemas, como más estrés, cansancio y defensas bajas. Conciliar el sueño es necesario porque nos ayuda a recuperarnos del día y a empezar otro con renovadas energías. Durante este periodo además la piel se regenera y las células aprovechan para curarse y regenerarse.
Son muchas las personas que tienen problemas a la hora de conciliar el sueño. Dormir mejor es algo posible, aunque debemos buscar en todos los posibles factores que hacen que nuestro sueño sea tan ligero y de mala calidad.
Crea un ambiente propicio
Tener un buen ambiente en nuestro dormitorio es una de las claves que debemos tener en cuenta a la hora de mejorar nuestro sueño. La temperatura debe ser adecuada, sin mucho frío ni calor. Además, debemos tener poca luz, ya que los puntos de luz desestabilizan el descanso. Si tenemos televisores o aparatos electrónicos hay que apagarlos del todo, evitando esos puntos rojos que quedan. También deberíamos alejar todo tipo de ruidos o intentar aislarlos al menos con unas buenas ventanas, persianas y con espacios insonorizados en la medida de lo posible. Si te ayuda incluso puedes utilizar tapones en los oídos para dormir mejor.
La decoración también importa
Tu dormitorio debería ser un lugar de paz en el cual descansar, por lo que evita los colores vivos en la decoración y busca aquellos que te ayuden a relajarte como puede ser el color azul o los suaves tonos pastel. La ropa de cama que elijamos y el colchón pueden ser otras claves que nos ayuden a estar más cómodos en nuestro dormitorio. Un buen colchón nos permite conciliar el sueño y elegir bien la ropa de cama hace que evitemos el frío o calor excesivos y que estemos más a gusto.
Cuidado con el ejercicio físico
El ejercicio físico puede ayudarnos a conciliar el sueño si lo hacemos a la mañana o por la tarde temprano. Es mejor dejar al menos una hora desde que terminamos de hacer ejercicio a la hora en la que tenemos que dormir porque nos activa. El ejercicio siempre es mejor de mañana pero si no podemos hacerlo, pues a media tarde también puede beneficiarnos para estar cansados y dormir mejor. Hacer deporte a diario mejora nuestra calidad de sueño pero no se debe hacer nunca justo antes de ir a dormir, pues estaremos más activos y no dormiremos bien.
Utiliza la meditación
Relajarse e intentar entrar en un estado de reposo también tiene que ser algo que podamos aprender a hacer. La meditación nos ayuda a relajarnos y a olvidar todos esos problemas que nos rondan la mente y que en ocasiones son los que no nos dejan dormir. Meditar al menos media hora es algo importante que nos puede ayudar a concentrarnos mejor en lo que es importante y a vaciar nuestra mente de pensamientos malos y recurrentes. La serenidad interior es un paso muy necesario a la hora de descansar mejor.
Cuidado con la cena
La cena es una comida que no debemos saltarnos, pero también es importante elegir bien qué tipo de cena podemos tomar. Se deben evitar las cenas copiosas y de alimentos que contengan grasas o carbohidratos que son de digestiones más pesadas. Las verduras pueden ser una buena elección. Deberíamos elegir siempre aquello que sea digestivo y que nos ayude a dormir sin pesadez de estómago.
Ayúdate con infusiones
Las infusiones pueden ser estupendas aliadas a la hora de relajarnos, ya que hay muchas que sirven para este fin. La infusión de manzanilla puede ser perfecta para dormir y hacer la digestión. También la de melisa nos ayuda a relajarnos antes de ir a la cama.