El otoño es una época especial para quienes disfrutamos de la lectura. Cuando el tiempo no invita a realizar actividades al aire libre, leer se convierte en una fantástica herramienta para evadirse y relajarse. Verlo de esta forma y no como una obligación es, sin duda, la mejor forma de afrontar el reto de adquirir el hábito de lectura.
¿Por que deseas adquirir un hábito de lectura? Si crees que simplemente es algo que debes hacer ¡olvídalo! Si crees que un libro puede convertirse en una fuente de entretenimiento y de aprendizaje que te permita «parar» un ratito al día ¡adelante! Hoy compartimos contigo los consejos para adquirir un hábito de lectura y disfrutar del camino.
Elige un libro que sea de tu gusto
Empieza por lecturas sencillas de un género que llame tu atención. ¿Te gusta la fantasía? ¿Prefieres una historia de suspense? ¿Piensas que no hay nada mejor que un buen salseo? En tu biblioteca o tu librería de barrio sabrán aconsejarte. No tengas vergüenza; pregunta y deja que te conozcan.
Hoy en día el acceso a la lectura es ilimitado. La mayoría de nosotros tenemos una biblioteca cerca de la que podemos tomar prestados tantos libros como queramos de forma gratita. Esta, es quizá la mejor forma de empezar. Si la historia no te engancha, podrás probar con otra y no te frustrarás por el dinero invertido.
Reserva un ratito al día para leer
Sabemos que muchas de vosotras andáis corriendo de aquí allá entre semana. No os vamos a pedir nada imposible, únicamente unos minutos que pueden ser esos en los que os sentáis a tomar un cafecito, los que os permitís respirar entre tarea y tarea, los que esperáis al autobús o en los que aprovecháis a mirar el móvil antes de dormir. Lo ideal es buscar un momento concreto del día en el que la lectura se convierta en tu refugio. No tanto un horario como un momento; es la única forma de poder crear un hábito.
¿Cuánto tiempo? La pregunta tendríamos que hacértela nosotras ti. ¿Cuánto tiempo estás dispuesta a dedicarle? Se realista y ten presente que la lectura no es algo que debas hacer sino algo que quieres hacer y con lo que disfrutarás. En nuestra experiencia, 10 minutos pueden ser suficientes para empezar.
Encuentra un espacio en el que te sientas a gusto, en el que puedas relajarte, de forma que la lectura quede asociado a algo positivo. Y cuando lleguen tus diez minutos, trata de concentrarte en la lectura. Para ello será necesario, al principio, alejar otras distracciones como el móvil o la televisión si estás en casa.
Anótalo en tu agenda o app
Si acostumbras a apuntar todo lo que tienes que hacer a lo largo del día en tu agenda, ¿por qué no ibas a apuntar ese ratito que dedicarás a la lectura? Cuando uno escribe lo que tiene que hacer adquiere un compromiso y por tanto, resulta mas probable llevarlo a cabo.
También es aconsejable crear un recordatorio físico. Si acostumbras a leer a las noches, deja el libro escogido en la mesita de noche. Si vas a aprovechar ese ratito en el que te tomas el café en casa, deja una nota en la cafetera. Solo tendrás que hacerlo durante dos o tres semanas.
Comparte tus lecturas
¿Tienes amigos o familiares que lean habitualmente? Compartir tus lecturas con ellos te ayudará a ser constante en tu hábito de lectura. Cuéntales de que trata el libro que estás leyendo, si te esta gustando… ¿No tienes a nadie con quien compartir lecturas? Recurre a las redes o a los clubs de lectura.
Compartir tus lecturas en páginas como Goodsreads o Babelio, en las que además de llevar un registro de estas puedes cambiar sensaciones con otros usuarios puede ser un gran aliciente. También puedes hacerlo en tus redes sociales ¡hay una gran comunidad de lectores ahí afuera!
Una vez cogido el hábito de lectura, los clubs de lectura físicos y las lecturas conjuntas en redes pueden convertirse en una gran opción. Leer al mismo ritmo que el resto de participantes un libro, al mismo tiempo que los comentas y debates con ellos resulta muy enriquecedor.