Los primeros resfriados del Otoño

Resfriados otoñales

Después de una época de vacaciones con buenas temperaturas, sol, arena y playa, llega el Otoño con su cambios de temperaturas dispares que ocasionan los típicos resfriados de esta temporada. Estos cambios de temperatura y las primeras lluvias son los agentes que hacen que nuestro organismo se debilite y haga que nuestras defensas bajen, produciéndose así los catarros y resfriados leves.

Debemos prestar atención y controlar estas variables para estar prevenidos y no contagiarnos de este virus tan incómodo. Estos resfriados no suelen ser muy graves pero si muy molestos tanto para adultos como para los pequeños de la casa, los cuales pierden el apetito, se sienten tristes y reclaman mucho más mimos de lo común.

Alimentación y vestimenta para el Otoño

Resfriados otoñales

La clave para no sufrir demasiado estos cambios de temperatura es la ropa. Llevar siempre algo de abrigo, aunque haga buen tiempo, es esencial para esos momentos en los que el tiempo refresca, para así protegernos bien ante el frío y el viento.

Nunca podemos salir de un sitio en el que estamos muy agusto al calor de la calefacción y exponerse directamente al frío, es importante abrigarnos bien antes de salir a la calle, pero en su justa medida. Esto es muy común en las madres primerizas, donde cargan a sus hijos de mil prendas para que no pasen frío y lo que potencian es que el pequeño sude y sea mucho peor.

La sudoración excesiva hace que, al refrescarse un poco la piel por la pequeña brisa de fuera, la temperatura corporal se enfríe, ocasionando así un gran cambio brusco en el cuerpo y, por tanto, en el organismo originando resfriados, catarros, o enfermedades más graves como la gripe o bronquitis.

Así, los niños deben llevar una ropa adecuada como camiseta, medias y pantalón sin olvidarlos de la ropa de abrigo, chaquetón, gorro, bufanda y guantes. Todo esto dependiendo de la temperatura y el tiempo que haga en ese momento.

En cuanto a la alimentación para esta temporada debe estar cargada de vitamina C para así hacer que las defensas de nuestro organismos estén activas para protegernos de los virus externos y los cambios bruscos de temperatura. Además, es recomendable beber mucha agua para mantenerse hidratados y fomentar así la eliminación de infecciones o virus a través de la orina.

Resfriados otoñales

¿Cómo saber si el bebé está resfriado?

A veces, notamos que el bebé está incómodo, llora más de lo normal o está más apagado y triste. Estos pequeños síntomas que no son comunes a su comportamiento de siempre pueden ser claves para saber que algo no va tan bien como de costumbre.

El primer sintoma ante un resfriado común es un pequeño goteo de agua en su nariz, de un color transparente que luego se convertirá en los típicos mocos de color gris o verde, acompañados de tos y un poco de fiebre. Si a pesar de estos síntomas el pequeño juega y come tan normal no debéis preocuparos mucho porque se trata de un resfriado común, sin embargo, si la fiebre prosigue durante varios días y van acompañada de vómitos y diarrea puede tratarse de otra enfermedad.

Por otro lado, si además del típico goteo de agua transparente, al bebé le pican los ojos, lagrimea y estornuda puede tratarse de alguna alergia. Ante cualquier duda que no tengáis clara es mejor acudir al pediatra para salir de dudas y no ocasionar más gravedad que un resfriado leve sobrelleva.

Resfriados otoñales

Medidas preventivas

  1. Buena alimentación – Como ya os hemos dicho antes una buena alimentación es importantísima para los bebés, ya que así reforzará sus defensas. Nunca hay que forzarles a comer pero sí insistir un poco cuando no tengan muchas ganas. Al menos un buen zumo de naranja narutal en el desayuno o en la merienda es esencial para este Otoño.
  2. Evitar contagios – Cuando hay personas con resfriado en casa, es muy frecuente que se lo contagie a los demás miembros de la familia. Lo recomendable es que la persona resfriada lleve una mascarilla o, simplemente, no estornude, ni tosa ni se suene los mocos delante de los demás, para evitar así que se propaguen los virus.
  3. Resguardar del frío – Hay que abrigar a los niños del frío pero no en exceso. Además, la calefacción debe mantenerse a un nivel normal para que al salir a la calle no se note ese cambio brusco tan repentino.
  4. Ventilar – A pesar del frío se debe ventilar el hogar para que los virus del ambiente salgan hacia el exterior y este se limpie. Mientras se ventila la casa no se debe exponer al bebé al frío o a las corrientes de aire, por lo que es esencial que este permanezca en una habitación cerrada mientras se airea el ambiente.

Tratamiento ante los resfriados leves

Lo más normal es que este tipo de resfriados se curen solos sin ningún tipo de medicamento. El descanso y beber mucha agua hace que los síntomas desaparezcan en algunos días, pero si te sientes más segura cualquier antitérmico o analgésico logrará que los virus desaparezcan rápidamente.


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