Muchos pre adolescentes y adolescentes pueden tener problemas a la hora de dormir. Algunos dicen que padecen insomnio pero en la mayoría de ocasiones lo que ocurre es que tienen malos hábitos del sueño y esto hace que no descansen lo que deberían. Cuando se tiene una mala higiene del sueño se está más cansado, más irritable e incluso se puede enfermar con más frecuencia.
A continuación vamos a hablar de algunos de los problemas más comunes que suelen tener los adolescentes y las soluciones más adecuadas en cada caso.
Demasiadas tareas
Además, los adolescentes suelen tener bastantes tareas académicas y familiares que realizar cada día, así como también, actividades extraescolares. Esto puede hacer que se quiten horas de sueño para poder llegar a todo. Además de esto, también tienen las hormonas revolucionadas y un gran estrés social (el encajar o no con las amistades, tener citas, etc.) puede mantener a los adolescentes despiertos durante la noche. La ansiedad se filtra siempre en la cama.
Para solucionar esto será necesario que le ayudes a establecer una rutina clara cada día. En lugar de imponer una hora para dormir que sea demasiado temprano, lo ideal es ajustar los horarios para llegar a todo sin sobrecargarle demasiado. Por ejemplo, si puedes llevar a tu hijo al instituto en coche en lugar de que le lleve el autobús, podrá dormir un buen rato más por la mañana. También se pueden reorganizar la tarde para poder hacer los deberes a primera hora de la tarde, etc.
El tiempo de la ducha puede ser antes de la cena para relajarse y después de la cena, directamente a la cama, sin hacer otra cosa que no sea meditación o relajación. Así descansarán sus mentes y dormirán mejor.
Demasiada tecnología
Quizá tus hijos adolescentes se duermen tarde por culpa de las pantallas, sea cual sea: móvil, video consola, televisión… se quedan embobados y les pasan las horas quitándose tiempo de descanso. Esto es bastante habitual porque los adolescentes se pasan el día mirando sus pantallas móviles. Las pantallas en sí mismas aumentan el problema a causa de la luz azul que emiten, ya que esta luz es lo suficientemente fuerte como para bloquear una buena cantidad de metalonina que es la hormona que nos ayuda a dormir.
La falta de sueño es particularmente peligrosa para los adolescentes porque desdibuja su capacidad de concentración, lo que puede llevar a conductas de riesgo como consumir drogas y alcohol. Un estudio de 2017 en la revista Development Psychology descubrió que los niños con televisores o consolas de videojuegos en sus habitaciones empeoraron sus calificaciones escolares.
Para solucionar este problema habrá que eliminar la tentación. Pon una regla en casa que sea que los teléfonos y tablets de todos no se podrán llevar a la cama y se deberán de utilizar desde el momento de la cena o por lo menos 1 hora antes de meterse en la cama. Lo ideal es apagar el Wi-Fi del hogar para que un adolescente sigiloso no se esconda el móvil debajo de la almohada sin que te des cuenta.
Estos son los dos problemas más habituales que hacen que los adolescentes no duerman bien ni descansen por las noches. En este sentido, descubre qué es lo que está causándole el malestar por las noches. Quizá tenga algún problema emocional que debáis tratar juntos o con un profesional. Si ves que tu hijo/a adolescente no descansa bien, habla con él/ella para que empiece a concienciarse de la importancia del descanso y de las terribles consecuencias para la salud que tiene del no dormir bien ni descansar adecuadamente. Así, también pondrá de su parte para descansar más y mejor.