Consecuencias como herramienta de enseñanza

Mejorar la disciplina en los niños

Muchos padres no saben que los castigos no educan y siguen utilizándolos sin saber realmente las consecuencias negativas que pueden tener tanto en la relación con sus hijos, como en la salud física y emocional de los niños. Los castigos solo generan resentimiento, rencor y no educan. El castigo es punitivo y no permite que los niños aprendan y reflexionen sobre el comportamiento que han tenido negativo en un momento dado.

Consecuencias consistentes e inmediatas

Las consecuencias en cambio, son una gran herramienta de enseñanza porque enseñan a los niños a que su comportamiento siempre tendrá consecuencias, y que éstas, pueden ser negativas o positivas. Además, les permite que los niños sientan cierto control sobre su comportamiento lo que les ayudará a sentir la responsabilidad propia de sus acciones.

Pero claro, las consecuencias para que sean una buena herramienta de enseñanza deben ser aplicadas correctamente. Lo primero es que las consecuencias para que sean efectivas, deben ser consistentes, por lo que si lo haces bien dos veces y a la tercera te vuelves permisivo o dejas de utilizarlas, entonces habrás echado todo el trabajo por tierra y no tendrá efectividad a largo plazo en el niño/a y en su comportamiento.

Además de consistentes las consecuencias deben ser inmediatas, porque si no las aplicas lo antes posible, no tendrán tampoco efectividad puesto que el niño no sabrá diferenciar la acción-consecuencia. Simplemente la consecuencia habrá perdido todo su valor y no servirán de nada en cuanto a la modificación de conducta.

Herramienta de enseñanza

Es necesario diferenciar las consecuencias de los castigos. Deben usarse como una herramienta de enseñanza y no deben avergonzar a los niños. De hecho, ese tipo de castigos empeora los problemas de conducta, jamás los mejora. Las consecuencias lógicas o naturales también son una excelente manera de garantizar que la consecuencia se ajuste a la mala conducta. Entonces, si tu hijo se niega a apagar los videojuegos, guárdalos. O, si monta su bicicleta fuera de donde le has permitido, quítale la bicicleta.

Es importante que antes de aplicar las consecuencias a tu hijo, tengáis que tener hablado y bien pactado, cuáles son las normas que debe seguir y cuáles son las consecuencias que deberá tener en caso de que no cumpla con las normas. De esta manera el niño tendrá la oportunidad de sentir control en su comportamiento y decidirá qué prefiere en cada momento.

errores de disciplina

Las consecuencias deben ser moderadas

Se vuelven menos efectivas cuando se usan demasiado. Los niños que pierden todos sus privilegios durante un período prolongado de tiempo comienzan a perder la motivación para recuperarlo. El tiempo de espera también se vuelve menos efectivo cuando se usa varias veces a lo largo del día.

Si tu hijo requiere consecuencias frecuentes, intenta cambiar las cosas porque parece que no funciona. Deberás usar otras herramientas de disciplina como el sistema de recompensas, darle elogios con frecuencia o ignorar la mala conducta y prestar atención a la conducta adecuada que sí se quiere reforzar. La disciplina positiva es fundamental para ayudar a los niños a cambiar su comportamiento mientras mejoran su estado emocional. Esto les motivará a mejorar su comportamiento y también a sentirse mejor consigo mismos.


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