Muchas de nosotras podemos no saber con exactitud qué crema elegir para nuestro rostro, debido al gran número de cosméticos que existen en el mercado, pero con esta pequeña guía podrás conocer la más adecuada según tu tipo de piel.
Antes que nada, no hemos de olvidar que una crema hará el efecto deseado solo si antes se ha llevado a cabo una limpieza facial. Si la piel no se cuida diariamente, las células muertas no se eliminan y nuestra piel no se regenera. Así que lo más importante está en la hidratación interna -es decir, beber mucho líquido- y también en limpiar bien el rostro antes de aplicar la crema.
Tipo de pieles
Nuestra piel puede ser seca, normal, mixta, grasa o sensible, dependiendo de varios factores que os explicamos a continuación:
- Piel seca: Las mujeres que tienen la piel seca notan que su tez es muy mate, que a veces resulta bastante tirante, pueden llegar a tener zonas muy resecas dónde es habitual que salgan indeseables descamaciones y lo más importante, normalmente suelen tener bastantes líneas de expresión. Hay gente que confunde el hecho de tener piel seca con la edad y nada o poco tiene que ver. Es cierto, que cuántos más años tenga una persona, más seca será su piel, y por tanto mayor será la aparición de arrugas, pero una mujer de 20 o 30 años puede tener la piel seca perfectamente.
- Piel normal: Es el tipo de piel que todas deseamos tener: sin imperfecciones, sin granos, sin brillos, sin arrugas… Pero pocas mujeres gozan de este prototipo .La piel normal es la que menos necesita la utilización de una crema para una correcta hidratación, pero es conveniente usar un producto específico para que se mantenga saludable.
- Piel mixta: Se caracteriza por tener tanto zonas secas como zonas grasas. La zona grasa de este tipo de piel generalmente se localiza en la famosa «zona T» (frente, nariz, barbilla) y algo más seca en las mejillas y sienes. Son las pieles más difíciles de tratar puesto que por un lado debes controlar el exceso de sebo y por otro hidratar aquellas zonas más resecas. Pero por suerte en el mercado existen gran cantidad de productos para este tipo de pieles que, como veremos en el siguiente punto, sirven de equilibrantes.
- Piel grasa: Es muy común sobre todo en las pieles más jóvenes. Se caracteriza por ser una piel muy brillosa, debido al exceso de sebo, por tener algunos puntos negros, por apariciones puntuales de granos y por tener los poros muy dilatados. Un punto a favor que tiene esta piel es que las arrugas aparecen más tarde o no aparecen tanto como en las pieles secas.
- Piel sensible: Antes que nada, señalar que este tipo de piel es complementaria con los otros tipos. Por ejemplo, se puede tener una piel sensible y seca a la vez. Las pieles sensibles son aquellas que tienen alguna que otra mancha, que sufren de rojeces y que se queman y no se broncean con la exposición al sol.
¿Cuál es tu crema ideal?
Teniendo ubicada ya nuestra piel, podemos explicar cuál o cuáles son ese tipo de cremas o geles que nos puede venir bien para cuidar nuestro rostro:
- Para pieles secas: Si tenemos una piel seca, cuánto más untuosa sea la crema que utilicemos para hidratarla mejor. Es decir, hay que buscar la hidratación por todos los medios. Para limpiarnos el rostro, en vez de usar mousse o limpiadores al agua, mejor utilizar leches limpiadoras, que suelen ser bastante hidratantes. Y las cremas que usemos de día es conveniente buscarlas con ácido hialurónico, que aportará a nuestra piel el agua que necesita. La crema de noche, si posee algo de rosa de mosqueta, aceite de jojoba o aceite de argán mucho mejor, ya que son bastante regenerantes y muy nutritivas.
- Para pieles mixtas: Este tipo de pieles pueden usar tanto por el día como por la noche la misma crema ya que no necesitan de los cuidados de una crema nutritiva especial. En el mercado hay cremas equilibrantes que suelen ser bastante ligeras y nada untuosas que lo que hacen es equilibrar la hidratación en las distintas zonas del rostro. Por aquellas zonas secas aportarían hidratación y por las zonas más grasas, controlarían el exceso de sebo. Es bueno buscarlas con minerales, vitaminas y con algún elemento natural, tipo raíz de esculetaria, que ayudará a dejarla libre de brillos y mejorar su textura.
- Para pieles grasas: Toda crema, limpiador o gel que pongamos encima de rostros con tendencia grasa deben ser oil-free, es decir, libre en aceites. Este tipo de pieles lo que menos necesitan es más aporte de grasa. Debemos, por tanto, buscar geles o serums muy ligeros que ayuden a la hidratación de la piel pero que no la sobrecarguen de grasa. Son buenos para este tipo de piel, las cremas y geles con algo de silicio y colágeno para evitar la flacidez.
- Para pieles sensibles: Las cremas que usaremos para este tipo de piel son aquellas que contengan filtro solar para evitar las quemaduras y gran contenido en agua. Hay que evitar aquellas cuyo contenido sea ácido y contengan alcohol, el cuál podría dañar bastante nuestra piel.
Esperamos que encontréis vuestra crema fetiche gracias a estos consejos y recordad que no hay que anclarse en utilizar siempre la misma crema, ya que nuestra piel tiene memoria y si siempre usamos la misma, dejará de hacer efecto. ¡Suerte!