La organización del Premio Ruido 2021 daba a conocer esta semana el listado de trabajos finalistas que optarán a este galardón que distingue el mejor disco nacional del último año. Entre los finalistas destacan Zahara, Rufus T. Firefly, Alizzz, Baiuca, C. Tangana, Vetusta Morla o Kiko Veneno.
Los trabajos finalistas se escogen a través de las aportaciones hechas por los miembros de la asociación PAM (Periodistas Asociados de Música). Cada uno de ellos propone 12 álbumes publicados de diciembre de 2020 a diciembre de 2021 para configurar la lista de finalistas al Premio Ruido 2021. ¿Y el ganador? Surgirá de una nueva ronda de consulta que estará abierta hasta el próximo 30 de diciembre y se concederá en una ceremonia que tendrá lugar el próximo mes de enero.
Conoce a los finalistas
¿Quieres conocer los álbumes nacionales que se disputan el Premio Ruido 2021? Habrás escuchado algunos -especialmente si estás atento a nuestras novedades musicales– pero puede ser esta una estupenda oportunidad para descubrir otros. Y, por qué no, añadir algunos temas a tu lista de reproducción favorita.
- “Tiene que haber algo más”, de Alizzz (Whoa Music). Se trata del debut del catalán Alizzz, uno de los productores mas solicitados en la actualidad cuyo trabajo fue reconocido en los últimos Premios Grammy Latinos. Un proyecto compuesto por 10 canciones u con ritmos electrónicamente funkies que cuenta con la colaboraciones de artistas como Rigoberta Bandini, Los Planetas, Little Jesus o Amaia.
- “Embruxo”, de Baiuca (Raso Estudio). Alex Guillán continúa explorando la tradición gallega desde la perspectiva contemporánea, mezclando música tradicional gallega con sonidos electrónicos, en este su segundo álbum en el que ha contado con numerosas colaboraciones.
- “La Contraçeña”, de Califato ¾ (Breaking Bass Records). Tras su disco debut “Puerta de la Cânne”, Califato 3/4 regresa con un nuevo álbum menos salmpleado y mas auténtico que el anterior pero igualmente reivindicativo, combativo y guasón. Un álbum que ofrece una visión vanguardista del folclore y la electrónica de los noventa.
- “El Madrileño”, de C.Tangana (Sony Music Entertaiment España). El séptimo álbum de C. Tangana supone un nuevo giro en su carrera, uno de los mas arriesgados. Los temas que componen el álbum nacen, no solo de un estudio del folclore más urbano de finales de los 80′ y principios de los 90′, sino también de un vínculo identitario con los orígenes de la música española y la propia vida del artista. Así no resulta extraño encontrar colaboraciones tan variopintas como las de Andrés Calamaro, Jorge Drexler, Toquinho, José Feliciano, Kiko Veneno, La Húngara, Tonino Vallardo o Eliades Ochoa, entre otras.
- “Hilo Negro”, de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (Primavera Labels / Universal Music). Como «un perfecto remake del genuino rock andaluz abordado desde la óptica de unos bicivoladores del espacio exterior» describe este segundo disco de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba la nota de prensa oficial de Primavera Labels.
- “Hambre”, de Kiko Veneno (Kiko Veneno). Con soniquete flamenco y electrónico “Hambre” recoge diez nuevas canciones con un tono más apesadumbrado, minimalista y triste que las de su anterior trabajo Sombrero Roto. «Una apuesta como por sacar la rabia y la raíz del viejo flamenco, pero con sonoridad contemporánea».
- “KOKOSHCA”, de Kokoshca (Sonido Muchacho). Kokoshca se centra en este nuevo trabajo homónimo en su bien conocida faceta de creadores, postergando, su veta más experimental. Una colección de diez canciones con buenos estribillos y letras de libre interpretación para cada persona que las escuche.
- “MKMK», de Maika Makovski (BMG Rights Management and Administration S.L.U). «Es directo, de banda, vigoroso y crudo; probablemente sea un disco de rock, aunque, como siempre en mis trabajos, hay canciones que se escapan a la etiqueta. Canciones que hablan de conectar, de reunirse, de darle la espalda a este sistema de infelicidad.» Así lo ha definido la propia artista.
- “Clamor”, de María Arnal i Marcel Bagès (Fina Estampa). Continuidad y evolución se dan la mano en este nuevo álbum del dúo. Un álbum más experimental que su predecesor, aunque enraizado en la canción popular hispánica, que se sustenta en los sonidos de la electrónica y de la naturaleza, así como en el uso de la voz como instrumento.
- “The River and the Stone”, de Morgan (North Records). Los temas de este nuevo disco de estudio de Morgan se concentran entre la balada folk-rock y el blues rock. Son una decena, grabados junto a Campi Campón como productor y rematados por Stuart White a las mezclas.
- “Sur en el Valle”, de Quique González (Cultura Rock/ Varsovia Records). De marcado carácter existencialista, el nuevo disco del madrileño Quique González antepone los paisajes a las historias y regala once canciones, calmadas y reposadas.
- “El Largo Mañana”, de Rufus T. Firefly (Lago Naranja Records). Rufus T. Firefly rompe de alguna forma con su pasado para abrazar el soul en este nuevo álbum compuesto por ocho canciones con una gran riqueza instrumental y una mirada a los setenta.
- “Aurora y Enrique”, de Soleá Morente (Elefant Records). Genuina y flamenca, Soleá compone todos los temas de esta nuevo disco que es aconsejable escuchar de principio a fin. Porque aunque las canciones tengan tempos y estilos diferentes, comparten una atmósfera que les otorga coherencia.
- “Cable a Tierra”, de Vetusta Morla (Pequeño Salto Mortal). Cable a Tierra es el sexto álbum de estudio de Vetusta Morla, una colección de 10 canciones originales en las que el grupo explora las sonoridades y ritmos de los folclores de aquí y del otro lado del Atlántico, sin la pretensión de apropiarse de ello, sino más bien integrando todo en su propio sonido para crear nuevas formas estéticas y musicales.
- “PUTA”, de Zahara (G.O.Z.Z. Records). PUTA es un disco conceptual, desgarrador y catártico en él que Zahara ha vomitado todo lo que llevaba dentro: la vida, las penas y el odio. Un disco en el que ha contado con la ayuda de su compañero y amigo Martí Perarnau como productor.