La salud de los más pequeños de la casa debemos controlarla de manera más exhaustiva, son pequeños y puede que ciertas cosas ellos las pasen por alto.
El ir al baño regularmente es sinónimo de buena salud, sin embargo, si observamos que nuestro hijo no hace de vientre regularmente puede que esté sufriendo de estreñimiento. Te contamos cómo puedes tratarlo naturalmente, cuáles son los síntomas y en qué consiste el estreñimiento en los más pequeños.
No todos los niños son iguales, igual que no todos los adultos son iguales. La defecación en los niños de forma general, es de una a dos veces al día, sin embargo, en otros casos pueden darse de 2 a 3 deposiciones.
En cambio, podemos encontrar niños en el que pueden pasar de 2 a 3 días sin defecar y es lo más habitual y natural para ese niño, por ello, tenemos que estar atentos a sus comportamientos y a cómo son esas deposiciones: dolorosas o costosas.
Qué causa el estreñimiento
El estreñimiento en niños, también les causa dolor y molestias, suele ser algo temporal y se trata sin poner en peligro su salud, sin embargo, si perdura durante mucho tiempo podría ocasionar problemas mayores. Aunque no lo creamos, el estreñimiento también puede afectar a los niños, y si comprobamos que tiene esta patología debemos llevarlo al gastroenterólogo pediátrico.
A continuación os contamos qué puede causar el estreñimiento en niños:
- Tener una dieta poco equilibrada. Los cambios en la dieta pueden provocar desequilibrios en el cuerpo. Si no se consume la suficiente fibra o no se beben los líquidos adecuados podría ocasionarse el estreñimiento.
- Enfermedad. Si el niño tiene una enfermedad, puede que pierda el apetito, esto provocaría un cambio en la dieta y un desequilibrio que causaría ese estreñimiento.
- No querer ir al servicio. Con esto nos referimos a que el hijo puede estar reteniendo y aguantando las ganas de ir al baño por el mero hecho de querer jugar más, o hacer otra actividad. En este caso, si se retiene la materia fecal, puede provocar ese estreñimiento no deseado.
- Cambios en la rutina del niño. Nos referimos a cualquier cambio en la rutina del hijo, como viajar, tener calor, estar durante semanas en un campamento, etc.
Síntomas del estreñimiento en el niño
A continuación te contamos cuáles son los síntomas más comunes que encontramos en los niños cuando el niño padece estreñimiento:
- No tener defecaciones normales.
- Heces duras y complicadas de extraer.
- Dolor al hacer de vientre.
- Dolor abdominal, como dolor en la barriga, cólicos o náuseas.
- Incontinencia por la presión ejercida.
- Pérdida de apetito.
- Sangrado por el recto.
- Enfado o mal humor.
Cómo tratar el estreñimiento en niños
El estreñimiento se puede tratar de múltiples maneras. Lo ideal es acudir al pediatra para que pueda diagnosticar en profundidad el problema, él determinará el procedimiento a seguir ya que existen diferentes técnicas para extraer o eliminar el problema.
Podrían ser necesarias algunas radiografías para determinar qué cantidad de heces se encuentran en su interior. A continuación, os contamos qué pequeños gestos se pueden llevar a cabo para tratar de forma temprana esta patología.
- Cambios en la dieta: es imprescindible hacer cambios, aumentar el consumo de fibra, consumo de más líquidos o agua, verduras, frutas y legumbres.
- Medicamentos aptos para niños: existen medicamentos que ayudan a ablandar la materia fecal o eliminarla por completo, son aptos para niños, sin embargo, está terminantemente prohibido darle laxantes al menor ya que pueden ser peligrosos si no se tiene control.
- Realizar una rutina donde se establezcan unos horarios y unos hábitos saludables para el niño.
- Alentar al niño a realizar ejercicios y actividades físicas para que el organismo trabaje y sea más fácil la expulsión de las heces.
Lo más importante es cuidar la alimentación desde bien pequeños, se recomienda un consumo medio de 5 gramos de fibra al día, tanto en adultos como en niños. La podemos encontrar en frutas, verduras, cereales integrales o frutos secos.
Si crees que tu hijo puede padecer estreñimiento, no lo dudes, y acude a tu pediatra para que pueda determinar la gravedad de la situación y pueda determinar qué procedimiento seguir para tratarlo adecuadamente.