La conciliación es una de las tareas pendientes que tenemos a la hora de organizar nuestra vida laboral y personal. Tratar de conciliar a veces es difícil, sobre todo si tenemos niños o personas mayores a nuestro cargo. No obstante, siempre podemos intentar organizarnos para disfrutar de lo mejor de ambas partes.
La conciliación se puede lograr siempre que en el trabajo nos ofrezcan algunas facilidades y nos organicemos bien. No es una tarea fácil, sobre todo porque seguimos en un mundo en el que las mujeres son las que deben asumir gran parte de las tareas y los cuidados en el hogar, pero un cambio es posible.
Utiliza una agenda
La organización es la clave para poder conciliar mejor. A veces parece que no llegamos a todo, pero si desde el principio tenemos la semana bien organizada será mucho más fácil realizar las tareas que tenemos pendientes y conciliar. En una agenda es posible anotar horarios claros, así como tareas pendientes para no dejarnos nada atrás. Sin duda es una gran ayuda cuando nuestros días se llenan de tareas por realizar. De esta forma podremos ver más claramente las horas libres y los huecos que hay para combinar unas cosas y otras.
Busca ayudas y permisos
En muchas ocasiones no se concilia bien por falta de conocimiento, ya que hay ayudas y es posible pedir permisos en muchos trabajos. Desde la reducción de jornada a una excedencia en el trabajo para cuidar de un familiar a cargo. Es necesario informarse bien de las condiciones en cada caso, para no llevarse sorpresas. Este tipo de ayudas y permisos hacen que sea posible conciliar con tareas familiares ineludibles.
Intenta ser productiva
Si bien es cierto que conciliar es difícil, la verdad es que en muchas ocasiones nos olvidamos de ser productivos. A la hora de realizar las tareas hay que centrarse en ellas para poder hacerlas en el menor tiempo posible, de esta forma siempre nos quedarán más horas para otras cosas. Es cierto que en ocasiones estamos cansados, pero ponernos las tareas e ir realizándolas rápidamente es mucho mejor, porque así después ya no tendremos que preocuparnos por ellas y podremos descansar mejor.
Tómate algún descanso
Hay que ser productivos e intentar cumplir con nuestras responsabilidades, pero también es cierto que no se puede llegar a más de lo que podamos abarcar. Es necesario conocer nuestros límites y aprender a descansar. Como con cualquier otra cosa, si estamos descansando debemos limitarnos a eso, a descansar tranquilamente sin pensar en lo que nos queda por hacer, ya que de lo contrario seguiremos estresados y el descanso se hará mucho más difícil.
Pide ayuda a otros
Si hay más personas en casa es necesario pedir ayuda en caso de que puedan proporcionarla. En muchos hogares es una persona la que se ocupa del cuidado de otros y hay miembros de la familia que no ayudan aunque puedan hacerlo. Es fundamental que todos se impliquen a la hora de cuidar a los miembros de la familia y a la hora de realizar las tareas, las cuales no pueden recaer sobre una sola persona.
Desconecta con alguna afición
El cuidar de otras personas y realizar muchas tareas puede hacer que nos olvidemos de aquello que nos gusta. Hay que conciliar la vida laboral y familiar pero sin olvidarse de guardar tiempo para nosotros mismos. Hay que seguir realizando alguna afición que nos guste, ya que esto nos ayuda a desconectar y sobre todo a bajar los niveles de estrés. En el camino de la conciliación no hay que olvidarse de disfrutar del tiempo libre y de nosotros mismos.