Mantener una relación amorosa con una persona manipuladora es algo bastante serio, a la que hay que darle la importancia que se merece. Una persona manipuladora suele ser un sociópata, algo que puede provocar que la relación se vuelva tóxica y bastante peligrosa.
No se puede permitir bajo ningún concepto el mantener una relación de pareja con alguien que sea manipulador, siendo importante el salir de la misma lo más rápido posible.
Cómo saber si la pareja es manipuladora
Hay una serie de rasgos bastante evidentes y claros que pueden indicar que una persona es manipuladora dentro de la pareja:
- Una persona manipuladora siempre va a ser la víctima, a pesar de que no tenga la razón. Siempre culpa a la pareja por todo y no es capaz de reconocer que el culpable es él o ella.
- Dicha persona se encarga de hacer ver que no hay nadie mejor en el mundo que él o ella. Saca a relucir los defectos de la otra persona para hacerla sentir insegura y desconfiada. El miedo ante ello y a quedarse solo o sola es el estar junto a la persona manipuladora.
- La manipulación llega a tal extremo que es capaz hacer que la pareja se pelee con familiares o amigos. Con ello busca que se aleje de los demás y dependa totalmente de él o ella. A largo plazo provoca que la persona manipulada se encuentre sola y no tenga a nadie a la que acudir.
- Aunque una persona manipuladora de la sensación de ser alguien calmado y tranquilo, cuando se siente acorralado puede llegar a ser bastante violento y perder los papeles. No le gusta el perder la iniciativa y puede mostrar su verdadera cara. En los casos más extremos puede llegar a la violencia física.
- Una persona manipuladora suele tomar cualquier tipo de decisión por la pareja, sin tener en cuenta la opinión de la otra persona. Con sus argumentos consigue que la pareja tome la decisión que el manipulador/a quiere desde el principio.
- Si la persona es manipuladora se mostrará en todo momento cariñosa con la pareja. Hará todo lo posible para que la otra persona de la relación se encuentre bien y de esta manera tenerla siempre a su lado. Lleva una máscara para no mostrar la verdadera personalidad. Si se le cuestiona por algún motivo, la persona manipuladora cambia por completo, saliendo a la luz su verdadera cara.
- La impulsividad es otra de las características más claras de una persona manipuladora. Si pierde el control en algo, suele dañar a la pareja haciéndola sentir mal por ello. La toxicidad está presente en todo momento y puede llegar a maltratar físicamente a la otra persona.
Tener una pareja manipuladora no es nada bueno para ninguna relación. Si se confirma que la persona manipula a la otra, es importante terminar con tal relación ya que a largo plazo puede haber serios problemas y convertirse en alguien tóxico y peligroso. Por desgracia, muchas personas son incapaces de reconocer la manipulación continua de la pareja y viven sin darse cuenta de que se encuentran de lleno en una relación tóxica, en la que el respeto brilla por su ausencia.