Cómo saber si tu pareja es posesiva y controladora

control

Una persona que se muestra posesiva con su pareja suele tener serios problemas de autoestima y de seguridad. No se puede permitir ni la posesión ni el control dentro de una relación ya que se vuelve tóxica con todo lo malo que ello conlleva para la misma. La conducta posesiva provoca un agotamiento emocional en la pareja que puede acabar por destruir el vínculo creado.

En el siguiente artículo te indicamos cómo reconocer a una persona que es posesiva y controladora con su pareja.

Celos obsesivos

La existencia de esta clase de celos es un señal clara e inequívoca de que puede existir posesión y control en la citada relación. La persona tóxica piensa que su pareja le pertenece y evita que se relacione con otras personas como familiares o amigos. Estos celos suelen ser progresivos e ir aumentando con el paso de los años. Si no se tratan dichos celos pueden acabar con la propia relación.

Controlar a la pareja

El control es otro de los elementos que pueden indicar que una persona es posesiva con su pareja. Hay una necesidad muy grande de controlar todo lo que hace la pareja y no dejar margen para que pueda hacer lo que quiera. Dicho control llega a tal extremo que la persona sometida carece de intimidad en su vida.

Falta de intimidad

Relacionado con el elemento anterior hay que indicar que la pareja no tiene la libertad para poder tener cierta vida fuera de la propia relación. Hay un control muy grande en lo que concierne a las redes sociales y en lo relativo a la intimidad de la propia pareja. De esta manera queda a expensas de lo que quiere la persona controladora.

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Cambiar las aficiones

En una relación posesiva, la persona que se encuentra sometida puede llegar a cambiar sus aficiones por otras que se asemejen más a los gustos de la persona controladora. Ello supone una falta de libertad bastante evidente y el no poder hacer lo que desea o más le plazca.

Minar la personalidad de la pareja

El control y la posesión ejercida es tan grande que la persona puede ver como se mina su propia personalidad y no poder tomar ningún tipo de decisión personal. Con el paso del tiempo el daño emocional es bastante importante y puede llegar a mostrarse sumisa a lo que la pareja quiere y desea. La conducta posesiva llega hasta tal punto que puede obligar a la pareja a hacer lo que el quiera como el vestirse de una determinada manera o salir con personas concretas.

Maltrato físico y emocional

Con el paso del tiempo tal conducta o comportamiento puede dar lugar a un maltrato de tipo físico o emocional. Aunque no es algo que tenga ocurrir, en muchos casos la posesión y los celos pueden empujar a llevar a cabo tal maltrato. Esto es algo que no se debe consentir bajo ningún concepto. Ante ello lo mejor es terminar de una manera definitiva con dicha relación y buscar ayuda del entorno más cercano.

En definitiva, no se debe permitir que una conducta posesiva o controladora esté presente en una relación de pareja. En un número importante de los casos, la persona posesiva tiene esa clase de comportamiento a causa de cierta dependencia emocional que puede tener hacia la pareja. El miedo o el temor a quedarse solo sin la otra persona puede llegar a estar detrás de tal conducta posesiva. Si ello ocurre es importante acudir a un buen profesional que sepa tratar tal problema. No puede consentirse de ningún modo esta clase de conductas o de comportamientos en una relación de pareja.


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