¿Cómo saber si soy víctima de la manipulación emocional?

Todas en algún momento, hemos sido víctimas de la manipulación emocional. Y más aún, seguramente hasta hemos ejercido como manipuladoras. Es un comportamiento habitual que efectuamos casi sin querer de forma inofensiva: una demanda puntual en la que necesitamos ser atendidas o pequeños chantajes sin importancia tan habituales en las parejas: «yo haré esto si tu me demuestras aquello». Es decir, hasta cierto límite la manipulación emocional puede ser comprensible, pero cuando se traspasan las fronteras de la integridad del otro, aparece el verdadero problema.

En realidad, esta dimensión, es una de las mayores causas de infelicidad en uno de los dos miembros de la pareja. El sentir que se nos chantajea implícita o directamente. El saber que se anteponen las necesidades del otro por encima de las nuestras casi a cada instante. El saber que la otra persona ejerce un tipo de dominación donde se juega con nuestra autoestima, donde se busca solo el beneficio propio relegando el equilibrio de la pareja. Ahí donde debe quedar siempre en completa reciprocidad, lo que uno ofrece y lo que uno recibe. Vale la pena ahondar en este aspecto para percibir si estamos siendo víctimas de la manipulación emocional.

¿Cómo saber si estoy siendo víctima de la manipulación emocional?

Es posible que te sorprenda saber que son muchas las personas que son víctimas de la manipulación emocional, y no saben reconocerlo. El origen de ello se basa en la complejidad existente en esta emoción intensa que es el amor. A menudo, se confunde por ejemplo «el dominar con el querer», «los celos y la posesión con el amar a alguien». En ningún momento hemos de dejar nuestra felicidad en el bolsillo de la otra persona, ahí donde empezar a convertirnos en víctimas. Para comprender si estamos siendo manipuladas emocionalmente, veamos pues los dos principales puntos que hemos de tener en cuenta.

1. ¿Puedes decidir?

Piensa un momento en cómo ha sido tu semana y en cómo ha ido la convivencia con tu pareja. Pregúntate si has podido hacer todo aquello que deseabas o que tenías previsto. Es normal que en una relación se prioricen algunos aspectos y que hagamos renuncias. Es lo que llamamos «determinar acuerdos entre el uno y el otro» mediante un diálogo constructivo, mediante sencillas decisiones sobre qué hacer y qué no hacer en cada momento. Es lógico.

Pero si percibes que tu poder de decisión está cada vez más limitado, y es la otra persona quien habla por ti, o quien ejecuta pequeños chantajes cotidianos para llevarse siempre la razón, piensa en cómo te sientes por ello. Existen personalidades que son incapaces de ceder, que no saben escuchar y que, si no se hace lo que uno quiere, acaban desembocando en infantiles enfados, reproches o algo más serios. Perfiles inmaduros e intransigentes que asientan la base del chantaje emocional en la pareja.

2. ¿Cómo está tu autoestima?

El perder poder de decisión, el ceder casi cada día a la voluntad de la otra persona, provoca que vayamos perdiendo nuestra integridad. El respeto que nos teníamos a nosotras mismas. Amamos a nuestra pareja y esa sensación, la de querer pero al mismo tiempo percibir que ya no somos nosotras mismas, puede llegar a ser algo muy destructivo emocionalmente.

2. ¿Cómo puedo defender mi integridad emocional en mi relación de pareja?

Son muchos los casos de mujeres que, a pesar de saber que están siendo manipuladas emocionalmente por sus parejas, son incapaces de reaccionar. Las razones de ello de deben sobre todo en los siguientes puntos:

• Quieren a sus parejas y aceptan dicho comportamiento. Lo asumen.
• Temen reaccionar y tener romper la relación; un hecho que las abocaría a la soledad. Algo que temen más aún.
• Tienen miedo a sus parejas y la reacción que éstos podrían demostrar si ellas actuaran de algún modo. Bien poniendo límites, o bien dando fin a la relación.

Las pautas que deberíamos saber desarrollar para evitar dicha manipulación emocional, podría englobarse en estas dimensiones que vale la pena tener claras:

• Piensa que en una relación, el amor nunca es suficiente. Para que una relación prospere de forma saludable hace falta también que,además del amor, exista una buena comunicación, respeto, compromiso y, ante todo, la sensación que recibimos tanto como invertimos. Yo te ofrezco de forma sincera e íntegra mi atención y mi cariño, esperando que tú me devuelvas lo mismo con respeto y voluntad.

• Ten en cuenta que lo primordial es construir una relación de pareja donde exista felicidad, respeto, libertad e integridad. En el momento en que se vulneran los derechos del otro y rebajamos su autoestima a la altura de los zapatos, esa relación es tóxica y dañina. No puede más que destruirnos a ambos. Vale la pena entonces saber reaccionar a tiempo.

• Otro aspecto primordial, es saber decir «no». El poner límites y dar a conocer aquello que no estamos dispuestas a aceptar. El decir «NO», no es en absoluto ser egoístas, es dar información sincera de quienes somos y lo que queremos. «No quiero que me prohíbas ser yo misma, no acepto que me niegues disponer de mis amistades. Que ejerzas chantajes sobre mi persona anteponiendo solo tus necesidades». «Yo deseo vivir contigo en armonía, crecer como personas maduras y aprender el uno del otro».

No lo olvides. Si la manipulación emocional es una de las principales causa de infelicidad en algún miembro de la pareja, no dejes que ello ocurra. Pon límites, defiende tu autoestima y establece un diálogo constructivo con la otra persona donde siempre queden claras tus necesidades, y aquello que no puedes aceptar por el bien de vuestra felicidad.