Es normal que a lo largo de nuestra relación de pareja nos surjan dudas. Cada persona expresa sus sentimientos de una forma y es posible que en algún momento, lleguemos a pensar que nuestra pareja no nos quiere tanto como pensamos. O que existe algún problema que aún no hemos identificado. En ocasiones la comunicación emocional entre ambos no es la adecuada, y ello, da pie a las dudas y los miedos. Al temor de que tal vez, no le importemos a esa persona tanto como como deseamos.
¿Qué hacer entonces cuando aparece este interrogante? Lo más habitual y lógico cuando deseamos conocer qué siente alguien por nosotras, es, sencillamente, preguntar. Es nuestra pareja y la confianza es esencial a la hora de resolver cualquier situación. Pero según algunos estudios realizados al respecto, son muchas las personas que se reservan esta pregunta tan directa, para confiar antes en su observación y su propia intuición. Y es que, lo queramos o no este tipo de dudas pueden llegar a ser las más destructivas en una relación de pareja. Tanto si están fundadas como si no, existe un claro problema de desconfianza por parte de alguno de los dos. Por nosotras al pensar que tal vez nuestro compañero no nos quiere, o parte de él, al no demostrar adecuadamente sus sentimientos o no cuidar como debe de la relación. Veámoslo con detalle.
Claves para saber que somos importantes para nuestra pareja
El compromiso, una buena comunicación, la empatía, la atracción y el respeto, son fundamentales para construir una relación sana y con perspectivas de futuro. Pero hemos de tener en cuenta que las relaciones entre dos personas se construyen cada día y en cada momento, a través de la comprensión y también la negociación. Debe existir una clara voluntad por parte de ambos para llevar adelante lo que habéis construido entre los dos. Es esencial. Pero también es comprensible que, de vez en cuando, surjan las dudas.
Hay ocasiones en las que invertimos gran cantidad de energía personal y emocional en mantener adelante una relación, cuando en realidad, esas sospechas son ciertas y nuestro futuro con esta persona ya no es posible. El desamor o sencillamente, el que nuestra pareja sienta que ya no vale la pena seguir adelante con la relación, son realidades bastante claras ante las cuales hay que saber reaccionar. El mantener nuestra propia autoestima es esencial para protegernos, y no salir heridas.
Es común que muchas personas, lejos de poner fin cuanto antes a una relación en la que ya no creen, prefieran alargarla por temor a hacer daño a su pareja. Es entonces cuando debemos estar atentas a esos pequeños indicios. Si ante la necesitada y clara pregunta de si nos siguen queriendo, te encuentras con una respuesta que no te convence, ten en cuenta las siguientes dimensiones:
1. Atención
Hemos de percibir que nuestra pareja muestra sincero interés por nosotras. Por nuestra vida, por nuestros planes, por nuestros deseos… El interés es difícil de fingir y siempre podemos notar las falsas preguntas. La atención se demuestra cada día y en cada momento en pequeños detalles, y sobre todo, ante las perspectivas de futuro. Ante la idea de seguir manteniendo el compromiso y de madurar vuestra relación.
2. La necesidad de estar juntos
Nada es tan necesario que el estar juntos. Si aún no compartís una vida en común, es habitual que desee verte y concertar citas. Tomar un café, por ejemplo, en cuanto disponga de cualquier rato libre. Concertar esa salida a cenar, al cine, esa escapada de fin de semana… Tampoco hay que obsesionarnos con la idea de que por ejemplo, deba quedar siempre antes con nosotras que con sus amigos. Habrá días en que será así y días en que no, pero deberemos fijarnos ante todo en su voluntad. En sus ganas e interés, ahí donde no hay extrañas excusas para no quedar.
Si vivimos ya con nuestra pareja, es común por ejemplo hacer planes de cara al fin de semana. Veremos también que no hay salidas de casa injustificadas. Que cuando está en casa está feliz, compartiendo su tiempo satisfactoriamente con nosotras. Son indicios fáciles de observar e intuir.
3. Comunicación
Nos fijaremos en cómo es la comunicación con nuestra pareja. Veremos si presta atención a nuestras palabras, a las necesidades que le planteamos, intentaremos percibir si hay empatía o si vemos ya una clara distancia respecto al inicio de la relación. Las llamadas, los mensajes, esa comunicación vía móvil o whatsapp son también indicios a tener en cuenta para ver si desea o no mantener el contacto.
4. Las promesas
En una relación de pareja es habitual que existan las promesas. Un viaje, una llamada, un pacto personal… si empieza a incumplir lo que nos plantea y se excusa con razones que no terminamos de entender, será también un indicio a tener en cuenta. Las promesas son reflejo del interés y la necesidad de compromiso de una persona por otra. Y son siempre esenciales para construir una relación sólida y estable.
Para concluir, nunca hemos de pasar por alto estos indicios y estas dimensiones. Existen muchas veces en que nos comprometemos emocionalmente con una persona a un nivel muy intenso, sin ver, sin percibir, que no es una relación sólida. Que no existe un compromiso fiable. Existen muchos tipos de relaciones y es posible que estemos con una persona que no desee comprometerse. Dejar las cosas claras desde un inicio es esencial para ambos.
Observa, intuye y pregunta. Si no estás segura o notas que dicha persona no te aporta lo que necesitas y te ofrece más dudas y sufrimientos que satisfacción, pon fin. Tu autoestima puede verse muy tocada ante este tipo de relaciones. Es importante.
