La adicción a las compras es un problema que podemos ver hoy en día, debido en parte a que nos movemos en una sociedad orientada hacia el consumismo. Hoy en día se compara la posesión de objetos con la felicidad, aunque solamente se trata de otro de los trucos del consumismo para hacernos creer que cuanto más tengamos mejor estaremos. Por eso muchas personas encuentran consuelo en el hecho de comprar creando así al comprador compulsivo.
Detrás de cualquier adicción hay un problema psicológico y emocional que se esconde y que se mitiga gracias a esa adicción, que ofrece momentos de consuelo y felicidad a la persona. Sin embargo, un comprador compulsivo también siente pesar y culpabilidad después de comprar y esto puede incluso llegar a ser un problema serio en su economía.
Cómo saber si eres comprador compulsivo
Un comprador compulsivo puede ser cualquier persona. Todos compramos alguna vez por algún impulso o por el gusto de darnos un capricho. En el caso del comprador compulsivo hay problemas emocionales que solamente se ven mitigados cuando se compra. Es decir, una depresión o un vacío que sienten solamente se llena en el momento de las compras. Este subidón emocional que le proporciona comprar algo hace que vuelva a por más. Si te das cuenta de que solamente compras por el placer que te proporciona y en cuanto tienes la prenda o el objeto ya no le das importancia, puede que te estés convirtiendo en un comprador compulsivo. Lo único que desea esa persona es el bienestar emocional del momento que se asocia a la compra en sí misma. Después de esto el objeto deja de tener interés.
Revisa tus emociones
La inteligencia emocional siempre pasa por saber reconocer nuestras propias emociones. Es importante que la persona que piensa que está comprando compulsivamente revise sus emociones. Normalmente cuando termina el proceso de compra y ya no sienten esa emoción suelen tener sentimientos de culpa y malas emociones. Debemos intentar reconocer si solamente nos sentimos felices mientras compramos, porque entonces puede que esto esconda un proceso emocional que no está bien. Puede que estemos sufriendo una depresión, ansiedad o que tengamos un vacío en nuestra vida que queremos llenar con estas buenas sensaciones que nos proporcionan las compras y eso solamente será un problema a largo plazo.
Cómo controlar las compras
Es importante que si vemos que tenemos un problema con las compras nos centremos en otras cosas. Debemos retirar de nuestros dispositivos las aplicaciones de compras que siempre son una tentación. Además, si vamos a comprar algo debemos hacerlo por las razones adecuadas. No está mal compra algo porque nos gusta, pero siempre debemos pensar en el motivo por el cual compramos eso. Si es porque lo necesitamos, porque nos gusta o porque nos va a hacer sentir mejor. El proceso para dejar de ser un comprador compulsivo siempre es largo, ya que es habitual que la persona vuelva a comprar y al sentir el subidón de la compra caiga otra vez en el hábito. Si es un problema realmente serio hay que pedir ayuda profesional. Si solamente estamos pasando por una etapa, podemos controlarlo nosotros mismos.
Llena tu vida con cosas no materiales
Esta es una cosa muy importante que todo el mundo debería plantearse. Llenar la vida con cosas materiales es el fin del consumismo, pero siempre nos damos cuenta de que esto no es la verdadera felicidad. Así que deberías llenar tu vida con cosas que no sean materiales pero te aporten algo. Hacer deporte cada día, hablar con unos amigos, meditar, entrar en contacto con la naturaleza o ayudar a los demás en alguna causa puede ayudarnos a comprender que hay una gran felicidad más allá de las compras.