Cómo practicar la disciplina positiva en casa

disciplina positiva

La disciplina positiva se basa en la idea de que no hay niños «malos», solo un comportamiento «bueno y malo”. Cuando se habla de disciplina en las escuelas, las tendencias modernas usan palabras de moda como «disciplina positiva»; “Educación basada en valores” y “Guías de carácter en lugar de códigos de conducta”. El objetivo de estos enfoques nuevos o diferentes es centrarse en recompensar y fomentar el comportamiento positivo, en lugar de centrarse en castigar el comportamiento negativo. Los niños aprenden a cultivar hábitos, enfoques y valores, que no solo son relevantes para el aula o los terrenos escolares, sino también para la sociedad, el mundo adulto y la vida.

La disciplina positiva se basa en la idea de que no hay niños malos, solo buena o mala conducta. La buena noticia es que el comportamiento puede ser cambiado cuando éste no es el adecuado. A continuación vas a encontrar algunos consejos para que en casa pueda haber un refuerzo positivo en la disciplina y que todo, marche mejor.

Crear comprensión en lugar de miedo

Crear miedo al castigo en un niño para evitar que repita lo que hizo no ofrece ninguna garantía de que la conducta no se repita. Sin embargo, sin duda dará lugar a una reacción más sigilosa y secreta: tu hijo comenzará a ocultarte cosas, lo que es una forma segura de crear distancia en la relación entre padres e hijos.

Si le explicas a un niño por qué lo que hizo fue incorrecto o inapropiado, hay más posibilidades de que no quieran hacerlo de nuevo. Durante este compromiso, se debe alentar la comprensión de ambos lados. El padre también debe entender por qué su hijo hizo lo que hizo y hacer un esfuerzo para eliminar la causa de la conducta, en lugar de castigar el síntoma. Permite que tus hijos sean los dueños de sus acciones y no comparen su comportamiento con otros niños.

nena con ansiedad

Dale a tu hijo el control de sus acciones, pero con consecuencias

Los niños luchan por la independencia a lo largo de su infancia. Las escuelas refuerzan esto enseñando habilidades de pensamiento independiente. Sin embargo, luchamos contra este importante aspecto de la maduración al tratar de controlar cada una de sus acciones.

Es necesario darle a los hijos el poder y la responsabilidad de tomar sus propias decisiones y controlar su propio comportamiento. Por complicado que pueda parecer, los padres también deben cumplir con las consecuencias señaladas antes de tiempo.

No compares

Comparar a los niños con los demás solo les motivará a comportarse de manera más defensiva, a resentirse de sus acciones o a sí mismos, y a perder confianza en su persona. También serás acusado, verbal o silenciosamente en sus corazones, de pensar que no es lo suficientemente bueno para ti. Permíteles ser dueños de sus acciones y no compares su comportamiento con otros niños.

No avergüences a tu hijo

Discutir el comportamiento de tus hijos con otros delante de ellos no es una forma efectiva de expresar su preocupación. Es necesario tener esas discusiones en privado. Los demás niños no necesitan ser reprendidos varias veces por el mismo incidente.

Además, si tu hijo sabe que lo estás hablando con otras personas, nunca más te confiarán ninguna información confidencial.


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