Planear un día relajante sí es posible. Aunque te parezca lo contrario por todo el estrés que acumulas durante la semana, es necesario buscar alternativas. De manera que siempre hay que elegir uno de esos días para nosotros mismos, lejos de toda tensión y como no, de todo estrés. Sí, a veces es más sencillo decirlo que llevarlo a la práctica, pero hoy lo vamos a conseguir.
Necesitas una serie de consejos que puedas poner en práctica para disfrutar de las ventajas que te aportará planear un día relajante y disfrutar de él. Porque no solo será muy bueno para tu mente sino que tu cuerpo también te lo agradecerá y mucho. Ve buscando un día, sin mirar mucho la agenda y realiza cada uno de los pasos que te contamos a continuación.
Comienza con tiempo para desayunar y disfruta de tu taza de café
Comenzar con buen pie la mañana es algo sumamente importante para afrontar el resto del día. Por eso, nada como poner el reloj en pausa y disfrutar de un delicioso desayuno. Uno que realmente se te antoje porque va a ser sin prisa y podrás disfrutarlo como nunca. Quizás no pueda ser durante la semana pero seguro que un día festivo o un fin de semana no tienes disculpa alguna. ¡Tu taza de café te sabrá de otro modo!
Acude a un centro de masajes y Spa
Si lo tienes cerca, es idóneo a media mañana dejarte llevar por todos los servicios que encontrarás en un centro de masajes y de Spa. Después del gran desayuno y de un merecido descanso toca la sesión relajante por naturaleza. Seguro que empezarás a encontrarte mejor, además tanto tu cuerpo como tu mente te lo van a agradecer y mucho. Si no te pilla muy cerca, siempre puedes hacer una reserva y así, nada como marcar en el calendario ese día concreto para disfrutar al máximo. Tanto el Spa como las piscinas pueden ir por horas en algunos lugares, pero en otros incluye mucho más tiempo si te quedas hospedado en el hotel.
Un baño con sales, velas y una copita de vino
A veces no se nos hace posible el hacer la escapada anterior y por eso, siempre hay alternativas a ello. Seguro que tienes bañera en casa, pues el momento de usarla como tal y no siempre como ducha. No hace falta llenarla del todo ni mucho menos. Echarás unas sales en el agua, encenderás unas velas a tu alrededor y como no, puedes disponer de una copita de vino. Claro que si tienes a mano tu teléfono, nada de contestar mensajes pero sí puedes poner música relajante. Lo mejor es dejarlo bien separado para evitar tentaciones de mirarlo una y otra vez.
Practica tu actividad deportiva favorita
A veces por falta de tiempo no lo hacemos y desde luego, el deporte es una de las opciones que nunca debemos olvidar y que siempre debemos tener un espacio para él. Si te gusta ir a nadar o quizás montar a caballo, es el momento. También formará parte de la idea de planear un día relajante. Primero porque sus beneficios son bien conocidos para la salud pero también tu mente se despejará y se olvidará de todos los problemas que se amontonan durante las jornadas de trabajo.
Toma contacto con la naturaleza
Si tu deporte favorito lo puedes realizar en plena naturaleza mucho mejor, sino, siempre una ‘andaina’ o un poco de senderismo te van a venir más que bien. Caminar ya es en sí una de las prácticas más saludables, pero si le añadimos rincones naturales con impresionantes vistas, zonas verdes y hasta riachuelos, la experiencia se vuelve de lo más idónea para llevar a cabo. ¡Planear un día relajante es de lo más gratificante! ¿Cómo sería el tuyo?