Dormir bien nos ayuda en la pérdida de peso. Si, puede resultar contradictorio, pero descubrirás en este artículo que no lo es tanto. Comprende con nosotras la importancia del sueño en la pérdida de peso y las claves para mejorar tu descanso y cumplir así tus objetivos.
Descansar adecuadamente es esencial para disfrutar de una buena salud. Cuando por diferentes circunstancias no dormimos bien, nuestro cuerpo sufre distintos problemas de origen metabólico y psicológico. Y detrás de estos encontramos la relación entre el sueño y la pérdida de peso.
¿Por qué mejorar tu descanso te ayuda a adelgazar?
Cómo ya hemos adelantado un descanso inadecuado genera distintos problemas metabólicos. Y son estos, concretamente los relacionados con la glucosa, los que influyen en esta relación. Un parón de sueño adecuado ayuda a mejorar la tolerancia a la glucosa, evitando picos bruscos de esta.
Cuando la glucosa se eleva por encima de los niveles normales, el riñón comienza a filtrarla con el fin de eliminarla por orina. En ese proceso además de glucosa perdemos agua y otras sales, aumentando nuestra sensación de hambre y activando el sistema de almacenamiento que genera a medio plazo la acumulación de grasa innecesaria.
Dormir bien de forma regular, por tanto, reduce las posibilidades de sufrir sobrepeso, obesidad o diabetes y contribuye así a mantenernos en un peso adecuado y a cumplir nuestros objetivos de pérdida de peso.
Las claves de un buen descanso
Descansar bien no es dormir ocho horas o no tiene por qué serlo. De hecho, los últimos estudios respecto al sueño establecen que los adultos y jóvenes deberíamos dormir entre 6 y 11 horas dependiendo de nuestras necesidades.
Sin embargo no solo en número de horas es importante. La calidad del sueño debe preocuparnos tanto o mas del número de horas. ¿Y a que nos referimos con un sueño de calidad? A uno que sobreviene pronto, en menos de 30 minutos, y que nos hace descansar plácidamente, sin despertarnos demasiadas veces en la noche y durante menos de 20 minutos.
Sentirnos descansados por la mañana depende además del tiempo de sueño profundo, esa fase del sueño en la que es difícil que algo nos despierte. Según los expertos son necesarios al menos 45 minutos de sueño profundo por noche ya sea en una sola fase o dividido en dos o tres.
Consejos para mejorar tu descanso
¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad de nuestro sueño? No son pocas las cosas que podemos revisar alrededor de nuestra rutina de sueño, desde los horarios, hasta los que comemos o hacemos antes de descansar. Toma nota de los siguientes consejos:
- Fija unos horarios. Ir a dormir siempre a la misma hora está demostrado que contribuye a facilitar el sueño.
- Evita utilizar dispositivos que emiten luz justo antes de dormir, como móviles, tabletas o la propia televisión. Esta luz azul emitida por estos dispositivos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Cena ligero. Cenar ligero -que no poco- ayuda a conciliar el sueño. La cena mas allá de ser ligera debe ocurrir además pronto, al menos 2 horas antes de acostarnos, para que nuestro organismo haga una buena digestión. Y precisamente con el fin de hacer una buena digestión hay alimentos que debiéramos evitar consumir como todos aquellos que impliquen una digestión pesada (legumbres, carnes rojas, grasas) o que resulten estimulantes como el café, el té o el alcohol por ser estimulantes, como
- Considera tomar una ducha caliente poco antes de ir a dormir o dedicar unos minutos a practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
- Toma una infusión digestiva y relajante caliente. Pasiflora, valeriana, lavanda, lúpulo, flor de cerezo o una combinación de melisa, manzana y canela son ideales para ello.
- Crea un ambiente propicio para dormir. Asegúrate de que el dormitorio tenga una temperatura adecuada y que no haya demasiado ruido. Contempla además utilizar ruido blanco o sonidos relajantes para propiciar un ambiente relajado.