La familia es una parte importante de nuestra vida, pero las relaciones no siempre son lo buenas que deberían ser. Dentro de cada familia hay problemas,cosas que resolver y mucha historia que a veces no deja avanzar a las personas. Es por eso que resulta fundamental para nuestra salud psicológica aprender a comunicarnos bien con la familia.
Os contamos cómo mejorar la comunicación con la familia, algo que puede ayudarnos a resolver los problemas que tengamos con algunos miembros y a vivir mucho mejor. Esto es especialmente importante si nuestra familia es una parte necesaria en nuestra vida o si vivimos con ellos.
Intenta coordinar horarios
Los horarios de los miembros de la familia a veces no son demasiado iguales, por lo que puede que algunos se vean poco tiempo o coincidan solamente a la hora de las comidas o de dormir. Es por eso que en todo caso deberíamos intentar coincidir en algún momento del día para poder estar con los nuestros y tratar de tener un momento en el que poder hablar todos juntos o hacer algo en familia. Para ello deberíamos hablar con todos los miembros de la familia y tratar de tener algún momento o actividad en el que podamos coincidir. De lo contrario, si cada persona cuenta con un horario con el que no se relaciona con los demás, difícilmente podremos establecer una mejor comunicación.
Escuchar en positivo
Muchas de las discusiones que aparecen en las familias vienen precisamente de que cada persona intenta imponer su punto de vista, por lo que escucha a los demás siempre imponiendo sus ideas. Esto no es escuchar en positivo, sino que ya tenemos cierta predisposición negativa hacia ese tema. Esto solamente creará conflicto entre los familiares. Hay que tratar de entender a la otra persona sacando siempre algo positivo de ello pero intentando explicar también nuestro punto de vista. Es difícil encontrar el equilibrio pero para establecer comunicación debemos dejar que todos se expresen.
Incluye a todos en las decisiones
Las decisiones familiares normalmente se toman por los padres o algunos miembros de la familia, pero siempre deberían tomarse de forma colectiva o al menos informar al resto de los miembros para que sepan que se tiene en cuenta su punto de vista. Es importante reunir a los miembros de la familia y hablarle de las decisiones o los problemas que pueden llegar a afectar a todos. Ocultar información para no preocupar a los demás solo crea problemas de desconfianza y de comunicación entre ellos. Así que lo mejor es siempre ser sinceros y tratar de incluir a todos en las decisiones que se tomen.
Resolver juntos los problemas
Las familias que luchan unidas frente a los problemas también permanecen unidas. Los miembros deben saber que forman parte de un todo y que el problema de uno afecta a todos de distintas maneras. Es por eso que los problemas también deberían poder resolverse de forma conjunta. Si todos se ayudan entre ellos además es probable que se encuentre antes la solución a esos problemas.
Comunicarse con niños y adolescentes
Si bien es cierto que resulta más fácil comunicarse con los miembros de la familia que son adultos, deberíamos tratar de hacerlo con todos. Pero en el caso de los niños y de los adolescentes suele ser mucho más complicado, ya que ven el mundo de una forma diferente y todavía están creciendo, aprendiendo y entendiendo la forma de comunicarse con los demás. Si crecen en un hogar comprensivo pero con límites, en donde son escuchados, probablemente será más fácil hablar con ellos. En la medida de los posible hay que entender sus puntos de vista y tratar de exponer los nuestros.